Más de 20 especies exóticas invasoras amenazan el ecosistema en Aragón

Decenas de especies exóticas invasoras, de las que más de una veintena suponen una amenaza directa para el ecosistema, han colonizado bosques, ríos y campos en Aragón. Hoy abre sus puertas un congreso en el que se pondrá la atención en este fenómeno y se tratará de fomentar el debate científico en la materia. En la cita, que se desarrollara en el Edificio Pignatelli, participarán unos 300 profesionales.

Entre cinco y veinte de cada cien especies exóticas -es decir, alóctonas, foráneas- se consideran invasoras, condición que adquieren cuando, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, se erigen en "agente de cambio" y amenazan "la diversidad biológica nativa". En muchas ocasiones, además, también constituyen un riesgo para la salud y para la economía. En este último caso, un ejemplo paradigmático sería el mejillón cebra, que solo con la obstrucción de tuberías causa pérdidas millonarias en todo el mundo.

Hay que reseñar, como dejaba claro el anterior dato estadístico, que la mayor parte de las especies exóticas conviven sin problemas con las autóctonas, y de hecho llegan a ser en ocasiones beneficiosas. El problema es que su mayor número se ve al final oscurecido por el enorme impacto que generan las invasoras.

El mejillón cebra es el más conocido, pero detrás hay otras muchas especies de todo tipo y color. Aves como la cotorra argentina, mamíferos como el visón negro, peces como el siluro o plantas como el ailanto se han instalado en los últimos años en el ecosistema aragonés, poniendo en peligro a especies autóctonas al dejarles sin alimento o desplazarles de su hábitat natural.

La aparición de especies invasoras está estrechamente ligada a la movilidad del ser humano entre territorios. Muchas especies foráneas son ya cotidianas en nuestro día a día, como el tomate o la patata. Actualmente, los mayores riesgos son el comercio, el transporte, el turismo o el ocio.

Por ejemplo, aunque la causa no se conoce con certeza, lo más probable es que el mejillón cebra llegara a España adherido al casco de algún barco o en alguna embarcación cargada con agua de lastre infestada de larvas de esta especie. Muy diferente es el caso de la cotorra argentina, introducida como mascota y que, tras haberse escapado, ha logrado hacerse fuerte, sin ir más lejos numerosos espacios verdes de Zaragoza.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las especies exóticas invasoras son responsables de poner en peligro al 5,4% de las especies con algún grado de amenaza. ¿Cómo lo consiguen? Por lo general, mediante una contaminación genética, al hibridar con las autóctonas, alterando las redes de interacción entre ejemplares de la comunidad o bien modificando las condiciones del ecosistema nativo.