Las obras del tranvía complican la circulación a una semana del cierre total de Gran Vía

El enésimo corte de tráfico por las obras del tranvía, que afectó al tramo del paseo de Fernando el Católico situado entre la plaza de San Francisco y la avenida de Goya, puso de nuevo a prueba ayer la capacidad de la red circulatoria de Zaragoza. Aunque en las horas puntas, sobre todo por la tarde, el tráfico fue más denso de lo habitual, no se registraron atascos de importancia en las calles próximas a las zanjas. No obstante, las dificultades que están provocando estas obras crecerán en una semana, cuando la restitución del cubrimiento del Huerva obligue a cortar la Gran Vía en los dos sentidos.

Sobre las diez de la mañana, los operarios iniciaron el vallado del nuevo tramo afectado por las obras y poco después las máquinas ya estaban picando el pavimento en algunos puntos de la traza. El bulevar permanecía transitable y los coches podían pasar por los cruces de San Juan de la Peña-Corona de Aragón y Mariano Barbasán-Bretón.

Los vecinos notaron de inmediato las molestias. Pilar Gimeno, que acompañaba a su nieto en la zona de juegos infantiles de la plaza de San Francisco, se quejó con cierta resignación. "El ruido no es muy agradable, pero habrá que aguantarse", afirmó.

Las protestas de los comerciantes se volvieron a escuchar, aunque admitieron que las afecciones a sus negocios ya las están notando desde que desviaron los autobuses. "A ver si nos facilitan la carga y descarga, porque ahora no pueden llegar los proveedores", afirmó Merche Aliaga, que trabaja en una tintorería. También se quejó de los problemas que tienen para conseguir información y puso un ejemplo: "Nadie nos ha dicho dónde tengo que sacar la basura. Y llamas al teléfono de información y no tienen ni idea".

Javier Valverde, empleado de una peletería, dijo en que lo peor fue el desvío de los autobuses y el cierre de Vía Ibérica e Isabel la Católica. "Por aquí ya pasaba poco tráfico", afirmó. Declaró que "nos venden lo bonito que estará después, pero hasta entonces lo vamos a pagar caro".

Durante la mañana el tráfico no tuvo incidencias destacables y por los cruces (a la altura de Mariano Barbasán y San Juan de la Cruz) se circulaba con normalidad. Fuentes municipales destacaron que el tráfico en el tramo que quedó ayer cortado por las obras era "residual", por lo que las afecciones no resultaron significativas. No obstante, por la tarde sí se notó una intensidad circulatoria mayor que otros días, especialmente en el entorno de la puerta del Carmen, paseo de María Agustín y Hernán Cortes, aunque sin llegar al colapso.

Más complicaciones supondrá el nuevo hito que tendrán que superar las obras del tranvía la próxima semana, que incrementará las afecciones que de momento está causando la construcción de la línea. La Gran Vía quedará cortada en los dos sentidos (hasta ahora ha permanecido cerrada la circulación solo en dirección al centro de la ciudad) para proceder a la restitución del cubrimiento del Huerva. Esto significa que para llegar al hospital o a la Romareda desde el centro no se podrá pasar por Gran Vía.

Por Sagasta y Hernán Cortés

Este corte de tráfico obligará a desviar diversas líneas de autobús. Los servicios procedentes de Independencia, como el 30 y el 40, circularán por el paseo de Sagasta para girar a la derecha a la altura de Goya y enlazar con Fernando el Católico en dirección hacia la salida de la ciudad. Otras líneas, como la 20 y 45, tendrán que hacer el giro a la altura de la Puerta del Carmen para acceder por Hernán Cortés a la avenida de Goya y, desde ahí, a Fernando el Católico. No obstante, está previsto que mañana se distribuya un nuevo plan de tráfico ante este nuevo corte por las obras del tranvía.