REIVINDICACIÓN

Y el Tío Jorge sin venir

Las asociaciones Los Sitios, Voluntarios de Aragón y de Vecinos del Arrabal reivindicaron ayer varios monumentos prometidos en el Bicentenario.

La convocatoria, que tenía aroma de bolero (por lo de las promesas incumplidas), acabó con un toque surrealista. Las asociaciones Los Sitios, Voluntarios de Aragón, de Vecinos del Arrabal y Royo del Rabal realizaron ayer un recorrido histórico reivindicativo para rendir homenaje al Tío Jorge en el 201 aniversario de su muerte y, sobre todo, para reclamar los monumentos conmemorativos prometidos en el Bicentenario.

 

Y ahí es donde entró el 'toque' surrealista, porque se acabó hablando de una estatua ante su pedestal vacío, con las cotorras argentinas del parque volando sobre los asistentes; y, mucho peor, se rindió homenaje a los caídos en los Sitios en lo que hoy es su tumba... ¡un aparcamiento! Que una ciudad tenga enterrados a miles de sus ciudadanos en una fosa común, sin una triste placa o monolito que los recuerde, dice mucho (o muy poco) de su personalidad. Y más si se tiene en cuenta que perdieron la vida defendiéndola.

"Sin pena ni gloria"

Así que las cuatro asociaciones se unieron ayer para reivindicar los tres monumentos. El recorrido comenzó en el balcón de San Lázaro, donde Carlos Melús, presidente de Honor de la Asociación Los Sitios, recordó el episodio de la 'Sublime Puerta', cuando los franceses derribaron por dos veces la puerta del convento de Santa Isabel, y por dos veces los zaragozanos la levantaron y sostuvieron con sus cuerpos.

 

"Este bicentenario va a pasar sin pena ni gloria, porque dentro de 10 o 15 años no quedará nada de su celebración -aseguró Carlos Melús-. Si de 1908 nos queda el monumento de Agustín Querol en la plaza de los Sitios, algo nos tendría que quedar también de 2008". Para ese emplazamiento, la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal tiene incluso un boceto para una escena que podría convertirse en placa conmemorativa.

 

Del balcón de San Lázaro, al Parque Macanaz. Allí, Luis Sorando, presidente de Voluntarios de Aragón, explicó que tras la capitulación de Zaragoza hubo que enterrar miles de cadáveres y se decidió hacer una fosa en la salirería de Macanaz.

 

"No sabemos cuántos zaragozanos fueron enterrados aquí -dijo- pero más de 10.000 seguro. Llevamos muchos años haciendo homenajes a Palafox, a Agustina, a las heroínas o a la madre Rafols. Y están muy bien, hay que seguir haciéndolo, pero los zaragozanos corrientes están enterrados aquí. Si se quiere rendir homenaje a los ciudadanos anónimos que perdieron su vida defendiendo Zaragoza hay que venir aquí". Y acto seguido se depositó una corona de laurel en la fosa común, hoy revestida de asfalto y convertida en aparcamiento.

 

El propio Sorando reconoció lo raro del gesto. "Queda un poco extraño poner una corona en el suelo -dijo-, pero nosotros ya hemos cumplido, los que no han cumplido son los que prometieron un monumento y no lo han hecho".

 

De allí se pasó al parque del Tío Jorge. El presidente de la Asociación de Vecinos del Arrabal, Rafael Tejedor, explicó ante el pedestal vacío de la escultura del Tío Jorge los problemas entre el artista y el Ayuntamiento,que han hecho que la obra, ya restaurada, no vuelva a su lugar original.

 

"Creo que ha llegado el momento de decirle al señor Orensanz (el artista) que estamos hartos, y de decírselo también al propio Ayuntamiento. Hay que buscar un nuevo emplazamiento y un nuevo artista para rendir homenaje al Tío Jorge. Nosotros proponemos que el nuevo monumento lo haga la Escuela de Artes, y que se ubique delante del Centro Cívico". Para terminar, los asistentes al acto se desplazaron a la calle Ibort y colocaron una corona de laurel bajo la placa de la casa del Tío Jorge.