SANIDAD

Las urgencias del Servet vuelven a saturarse y hay decenas de pacientes pendientes de ingreso

Las salas de observación están llenas desde el lunes y se han habilitado camas en la segunda planta de Trauma.

Algunos pacientes permanecían ayer a la espera de una cama en los pasillos de urgencias.
Las urgencias del Servet vuelven a saturarse y hay decenas de pacientes pendientes de ingreso
Juan Carlos Arcos

Como suele ocurrir después de cada puente, las urgencias del Hospital Miguel Servet han vuelto a saturarse. Desde el pasado lunes, las tres salas de observación están a rebosar de pacientes y las camas ocupan ya hasta los pasillos. En las dos pequeñas salas de espera había ayer al menos 19 pacientes pendientes de ingreso, más los que estaban en la misma situación en los boxes. Además, se han habilitado camas en un ala de la segunda planta de Trauma para poder atender a más pacientes.

 

"Este es un problema histórico que se repite siempre que hay puentes", explicaba ayer un sanitario del servicio de urgencias. "El colapso se produce cuando no se puede hospitalizar a pacientes", añadían. De hecho, en las salas de boxes podían escucharse comentarios entre los sanitarios del tipo "esto es lo nunca visto".

 

La situación que llevó a este aumento de asistencias no tiene que ver con los casos de gripe A, ya que ayer solo había dos diagnósticos de este tipo. La mayoría, según explicaron los sanitarios, se deben a las complicaciones propias de los pacientes crónicos cuando bajan las temperaturas de forma brusca.

 

Según confirmaron varias fuentes consultadas por este periódico, en las salas de observación había por la mañana de media unas seis camas más de las que caben. Además, había unos 25 a la espera de diagnóstico en los pasillos. Sobre el mediodía, había unos 140 pacientes en el servicio de urgencias del Servet y algunos de ellos llevaban más de doce horas esperando una habitación.

 

María del Carmen llegó con su padre a las 22.00 del martes por un problema crónico de pulmón. A las 3.00, después de realizarle algunas pruebas, le tumbaron en una camilla y ayer a las 12.30 seguía a la espera de una habitación. Casi con toda seguridad tendrían que ingresarlo, pero les habían informado de que no había camas libres. "Como aquí no hay mesillas, esta mañana he tenido que darle el desayuno de pie", comentaba otra acompañante de un paciente.

Sin muebles cama

Los problemas de saturación comenzaron el lunes y ayer a última hora continuaban. A eso se suma que no hay muebles cama para colocar a los pacientes, por lo que algunos de ellos que requerirían estar tumbados deben estar en sillas de ruedas o en las instaladas en las salas de espera. Además, la mitad de la segunda planta de Trauma también estaba llena de pacientes de urgencias que habían sido trasladados ahí para paliar la falta de camas del hospital.

 

Los primeros días de la semana suelen ser los de mayor presión asistencial en urgencias, además en este caso se suma con la vuelta del puente de Todos los Santos, algo que siempre suele generar 'overbooking' en los centros hospitalarios.

Además, los sanitarios se quejaron ayer de la falta de personal que había para atender la saturación, algo que, según explicaron, afecta sobre todo a la calidad del servicio que reciben los pacientes. Durante gran parte de la mañana, una única enfermera y un auxiliar tuvieron que atender a todos los pacientes que llegaban a Urgencias. No obstante, a media mañana, el servicio de enfermería se vio reforzado con otra persona más.

 

Durante el puente, el número de atenciones derivadas de la gripe A fueron especialmente elevadas en el Hospital Infantil, donde se atendió a 206 niños de distintas dolencias solo el sábado. 51 de ellos pasaron por el Punto de Atención Continuada (PAC), donde se asisten los posibles casos del virus H1N1. El PAC del Royo Villanova asistió el domingo a 145 adultos y 234 niños, y el PAC del Hospital Miguel Servet a 65 pacientes el domingo y 72 el lunes.