ZARAGOZA

Fomento adelantará la financiación para desbloquear las obras del apeadero de Goya

El Ministerio transferirá 47 millones al Adif para que encargue los trabajos por vía de urgencia y coincidan con los del tranvía Zaragoza Alta. Velocidad, formada por DGA, Ayuntamiento y Gobierno central, tiene 5 años prorrogables para devolver el dinero.Zaragoza Alta Velocidad, formada por DGA, Ayuntamiento y Gobierno central, tiene 5 años prorrogables para devolver el dinero

El Ministerio de Fomento será, finalmente, quien adelante el dinero para pagar la construcción del apeadero de Goya y evitar así abrir nuevas zanjas en la zona tras las obras del tranvía. Ayer, sin previo aviso y sin convocatoria, Fomento, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y la sociedad Zaragoza Alta Velocidad (ZAV) firmaron un convenio que se ha hecho esperar y que se dio a conocer a última hora de la tarde. Aunque estaba previsto que el ministro de Fomento, José Blanco, hiciera el anuncio hoy durante la presentación del corredor Cantábrico-Mediterráneo, el temor a que esta noticia eclipsara la del eje ferroviario obligó a adelantarla.

 

El convenio establece que el Ministerio de Fomento adelantará 47 millones de euros para la estación de cercanías, que se ubicará en la avenida de Goya. Con esta cantidad se abonará la ejecución de la obra, la dirección y los contratos de asistencia técnica necesarios para la dirección facultativa. Pero será el Adif el que licite las obras, dentro de una encomienda de gestión del propio Ministerio y con cargo al contrato-programa 2007-2010. Deberá hacerlo por la vía de urgencia, ya que los trabajos de construcción de la primera línea del tranvía ya han comenzado.

 

Pero el pago no será gratuito. La sociedad pública Zaragoza Alta Velocidad, que es quien debía encargarse de esta obra, deberá devolver el dinero en el plazo de cinco años prorrogables. La integran el Gobierno de Aragón (25%), el Ayuntamiento de Zaragoza (25%) y el Ejecutivo central (50%). Precisamente, las estrecheces económicas por las que atraviesa la sociedad -cuya fuente principal de ingresos reside en la venta de suelo- han bloqueado hasta ahora esta infraestructura fundamental para el desarrollo de las cercanías de Zaragoza. Es más, ZAV acumula una deuda de 485 millones de euros, que hipotecan cualquier actuación de la sociedad, puesto que cualquier ingreso que reciba debe destinarse a amortizar esta cantidad.

Belloch, satisfecho

Tras este soplo de aire fresco, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, mostró ayer su satisfacción por el convenio firmado. "Es el único proyecto que corría prisa porque planteaba dificultades por la línea del tranvía", argumentó el alcalde. Belloch, no obstante, advirtió que ahora lo importante será establecer un plan de obras que se coordine con las del tranvía. "Es una cuestión técnica", dijo. Respecto a la devolución de esta deuda contraída con el Ministerio de Fomento, el alcalde consideró que cinco años es suficiente, aunque recordó que se podrá pedir una prórroga. "No creo que la crisis inmobiliaria se prolongue tanto tiempo", aventuró. De todas formas, avisó: "Pagaremos cuando se pueda".

 

Precisamente, el Ayuntamiento de Zaragoza se había negado -durante las negociaciones para pagar esta obra- a hacer algún tipo de aportación, por mínima que fuera. De hecho, una de las primeras opciones que se pusieron encima de la mesa consistía en llevar a cabo una ampliación de capital entre los tres socios para costear la infraestructura. Fomento aportaba así el 50% de la inversión. Pero el Ayuntamiento de Zaragoza se negó. El Gobierno de Aragón planteó recurrir a fórmulas extrapresupuestarias como la concesión, pero se descartó porque las cifras de explotación no garantizaban la obtención de la necesaria financiación bancaria, después de consultar a varias entidades.

 

El proyecto del apeadero de Goya, que se concluyó este verano, prevé un plazo de ejecución de 18 meses, durante los que habrá cortes de tráfico y ferroviarios. La terminal, de 460 metros cuadrados de superficie, contará con un vestíbulo de 215 metros, sala de espera, aseos públicos, además de taquillas y máquinas automáticas de expedición de billetes. El edificio se levantará en el aparcamiento situado frente al instituto Goya. El andén subterráneo, conectado con escaleras mecánicas y ascensor a la terminal, alcanzará los 200 metros de longitud y los 12,5 metros de anchura.