LA POLICÍA LOCAL SE PREPARA

La ordenanza contra el botellón entrará en vigor el próximo fin de semana

La nueva normativa municipal, que prevé sanciones que pueden llegar a los 1.500 euros, nace con dudas sobre su aplicación.

La ordenanza contra el botellón entrará en vigor el próximo fin de semana. Tras su aprobación por el pleno el pasado mes de septiembre, la normativa ya ha sido enviada al Boletín Oficial de la Provincia para su publicación, que se producirá, si no hay retrasos sobre lo previsto, el jueves o el viernes. Una vez publicada, la Policía Local podrá imponer multas que pueden llegar a los 1.500 euros para los casos más graves.

 

Fuentes municipales explicaron que se ha decidido esperar a que pasen los Pilares para que la normativa entre en vigor, pese a que el propio texto de la ordenanza recoge expresamente que las fiestas populares son una excepción a la aplicación habitual de la ordenanza.

 

La nueva normativa contra el botellón es, en realidad, una ampliación de la ordenanza cívica, aprobada en 2008. En el articulado que se ha añadido, se dice expresamente que "se prohíben las reuniones o concentraciones en la vía pública con ingesta de bebidas alcohólicas, cuando impidan la circulación rodada y el tránsito peatonal, se perturbe la tranquilidad ciudadana o el derecho al descanso de los vecinos". También incluye que los botellones se deben perseguir cuando "se genere una alteración de las condiciones ambientales por el abandono indiscriminado de residuos y basuras".

 

Según explicó el vicealcalde y responsable de Acción Social, Fernando Gimeno, "la ordenanza del botellón hay que aplicarla con inteligencia". "Tenemos un equipo de Policía Local y funcionarios que evitarán la confrontación si es posible", declaró el responsable municipal.

 

En este sentido, se mostró cauto respecto a las medidas represivas que tendrá que adoptar la Policía Local a la hora de disolver los botellones. "Cuando hay agrupaciones importantes de gente hay que hacerlo con prudencia y con cuidado, porque si no las consecuencias son peores que la medida de disolverlos", afirmó.

 

Estas declaraciones están en consonancia con las dudas que han expresado tanto técnicos municipales como responsables de la Policía Local respecto a la aplicación de la ordenanza. El propio Gimeno admitió hace unos meses que pueden existir problemas para probar la infracción administrativa, sobre todo después de que no prosperara la pretensión inicial de crear las zonas de especial protección urbana.

 

Al margen de esta cuestión, el vicealcalde aseguró que se tratará de desarrollar una labor más preventiva que represiva y que la Policía solo actuará en los casos más extremos. Además, confió en que conforme avance el invierno, disminuya la incidencia del botellón por la climatología.