EDUCACIÓN

Los alumnos se van de acueducto

La mayoría de los universitarios han alargado el puente del Pilar y se han tomado libre toda la semana dejando las aulas semivacías el jueves y el viernes. En los institutos, ha habido un 20% de faltas de asistencia.

Más de la mitad de los alumnos faltaron ayer a Sociología jurídica, que se impartió en Derecho.
Los alumnos se van de acueducto
esther casas

Una vuelta por los puestos del paseo de Sagasta o por la feria, cenar unos bocadillos con los amigos, concierto y fiesta en Interpeñas hasta las 5 y más de una hora para conseguir volver a casa. Tras este combinado son pocos los que se resisten a la tentación de apagar el despertador cuando la alarma recuerda que hay que levantarse para ir a clase. La mayoría de los universitarios han estirado el puente del Pilar y se han tomado fiesta también jueves y viernes. Estos dos días, los profesores han impartido clase en aulas semivacías con grupos reducidos que en algunos casos se limitaban a dos o tres estudiantes.

 

Las 'pirolas' se han notado incluso en las asignaturas en las que la asistencia a clase puntúa en la nota final. "He venido porque la temática que tocaba hoy -se analizaba un texto de Marx- me interesa. Además, nos pasan una hoja para firmar y no quiero que me influya en la nota final", comentaba Alejandro Case, un joven de segundo de Derecho, minutos antes de entrar a la clase de Sociología Jurídica a la que asistieron una treintena de los aproximadamente 70 alumnos que suelen acudir habitualmente. Alejandro llegaba a la Facultad con pocas horas de sueño tras haber estado hasta las 5 de fiesta. Otras compañeras de carrera, en cambio, prefirieron no salir para evitar la tentación de quedarse durmiendo a la mañana siguiente. "Me quedé en casa porque hoy (por ayer) tenía que ir a clase y no quería faltar, y eso que tengo suerte porque era a las 11 y no tenía que madrugar demasiado", contaba Leticia Gamén, que cursa segundo curso de Derecho.

 

Los estudiantes aseguran que los profesores suelen ser flexibles en estas fechas y en ocasiones, incluso dan a los jóvenes la posibilidad de cambiar las horas de clase y en lugar de tenerlas estos días (que saben que habrá poca asistencia), las recuperan alguna tarde de la semana que viene. "Normalmente, entienden que haya faltas estos días. Son flexibles, aunque hay de todo. La verdad es que se nota bastante que viene poca gente", explica Irene Arregui, poco antes de entrar en clase. "Somos casi los únicos de la Facultad que hoy hemos venido a clase. Los pasillos están vacíos", añade su compañera Nuria Rovira.

 

Casi los únicos en la Facultad de Derecho y en casi todo el campus de San Francisco, donde ayer resultaba complicado cruzarse con grupos de estudiantes: además de los que estaban durmiendo, como ocurre todos los años, muchos jóvenes originarios de fuera de Zaragoza han aprovechado estas fechas para volver a sus casas y quedarse allí toda la semana.

 

Pirolas en los institutos

Pero las faltas no son exclusivas de la Universidad. También los institutos han sentido las fiestas del Pilar, una de las épocas en las que más 'pirolas' se registran. De media, en los cursos de Bachillerato han faltado un 20% de los alumnos matriculados. "Esto es un clásico. No hay tantas faltas como en las carreras porque la mayoría de los padres están encima de los hijos y les obligan a ir a clase. Pero se notan las aulas más vacías y de los que vienen, unos cuantos se van durmiendo por las esquinas. Llevan unas caras... ", explica un profesor de un instituto de Secundaria del barrio de San José.