TRANSPORTE

Las obras de la plataforma del tranvía avanzan a buen ritmo, pero complican el paso peatonal

En Vía Ibérica hay problemas de accesibilidad para personas con movilidad reducida en varios pasos de cebra y aceras.El camino abierto en Gran Vía para el Pilar fue cerrado ayer, solo seis días después

El paisaje del eje de entrada a la ciudad por la carretera de Valencia ha cambiado de manera radical. En menos de cuatro semanas, las obras del tranvía han supuesto una revolución en el aspecto de la calzada que transcurre desde Vía Ibérica hasta la plaza de Paraíso. Un cambio total que, como todas las obras, ha generado problemas a los vecinos, comerciantes y trabajadores de la zona. Pero, además, ha complicado el tránsito peatonal por la acera de entrada a la ciudad.

 

Las obras avanzan a buen ritmo y, de manera casi paralela, provocan problemas en el entorno. Basta con hacer un recorrido desde Valdespartera hasta la plaza de Paraíso para ver la evolución de los trabajos y de las dificultades que provocan. En el nuevo barrio, punto de origen del tranvía y sede de sus primeras cocheras, los trabajos se centran en la calle de Volver a Empezar. Allí, los obreros de la sociedad Los Tranvías de Zaragoza han levantado un enorme muro en un talud que hay junto a la calzada, para rellenarlo de tierra y ampliar el espacio. En la parcela de enfrente, rodeada de edificios, han levantado una enorme montaña de tierra de más de cinco metros de altura, para desesperación de los vecinos, que sufren la suciedad que provoca.

 

Vía Ibérica es una de las zonas que más problemas genera, a pesar de que es uno de los tramos que menos actividad registra. En todo el trazado hay 130 obreros trabajando, pero en esta calle suele haber pocos, lo que ha generado quejas. Es uno de los lugares con más problemas de accesibilidad, sobre todo para personas con movilidad reducida o que andan con carritos de bebé o maletas.

 

A pesar del escaso volumen de trabajo hay un paso de cebra cortado antes de llegar a la rotonda de Gómez Laguna, lo que provoca que no se pueda cruzar en más de 200 metros. Frente a la calle de Argualas se ha instalado un paso peatonal provisional con una mediana en medio, por lo que las personas en silla de ruedas no pueden pasar. Y a la altura del Esic, en la acera de enfrente, uno de los cubos de cemento que soportan los postes de luz provisional impide el tránsito por la acera.

 

Javier Guiu, director general de la Fundación DFA, cree que las obras "han generado problemas" a las personas con discapacidad, pero considera que "han tenido sensibilidad" para rectificar en algunos puntos. Uno de los mayores errores, cuenta, lo cometieron con la cabina informativa de la plaza de San Francisco, cuya rampa no tiene un descansillo para poder abrir la puerta.

 

En varios tramos de Isabel la Católica ya han abierto las enormes zanjas necesarias para cambiar el gran colector. Son de aproximadamente cuatro metros de ancho por tres de profundidad. Ya están preparadas las placas metálicas que formarán el encofrado y los grandes cilindros del colector.

 

Con Fernando el Católico esperando su turno para el 3 de noviembre, la Gran Vía registra una gran actividad. En varios puntos ya se han retirado parte de las viejas jardineras, y en toda esta calle se ha abierto la zanja necesaria para las canalizaciones que llevarán cables de electricidad, alumbrado y media tensión. Ayer cerraron el paso peatonal abierto para unir el bulevar con la acera, solo seis días después de que dijeran que estaría abierto todas las fiestas.