URBANISMO

El paseo de las Damas se abre al tráfico entre críticas por las pérdidas causadas al comercio

Las tiendas dicen que sus ventas han caído un 30%, aunque las obras han terminado con dos meses de antelación

La ampliación de las aceras es el aspecto más destacado de la reforma del paseo de las Damas.
El paseo de las Damas se abre al tráfico entre críticas por las pérdidas causadas al comercio
CARLOS MONCÍN

El paseo de las Damas de Zaragoza se abrió ayer al tráfico con un renovado aspecto y más espacio peatonal. No obstante, el acto inaugural llegó acompañado de las críticas de los comerciantes de la zona, que aseguraron que los seis meses de obras les han supuesto una caída en las ventas superior al 30% y que expresaron su temor a que al ampliarse las aceras y reducir a uno los carriles de circulación sean inevitables los atascos.

 

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, y la presidenta de la Junta de Distrito Centro, Carmen Galindo, recorrieron ayer el paseo de las Damas en el día de su inauguración. Además de subrayar que se haya recortado dos meses la ejecución de la obra, el regidor municipal afirmó que"es casi una semipeatonalización y en la práctica supone duplicar la anchura de las aceras". "Pasa a ser un paseo de verdad y no como antes, que era una vía rápida", añadió.

 

La reforma del paseo de las Damas y del tramo inicial de la calle de León XIII ha supuesto una inversión de 1,8 millones de euros, financiados con cargo al Fondo Estatal de Inversión Local (FEIL). Se han plantado o mantenido 97 árboles, se ha renovado el alumbrado, se han colocado 1.300 metros lineales de tuberías de abastecimiento y otros 550 de canalizaciones de saneamiento. El nuevo paseo dispone de 6.000 metros cuadrados de nuevas aceras, que tienen una anchura de cinco a seis metros, frente a los 2.500 metros cuadrados de asfalto.

 

Pese a la reducción de los plazos, los comerciantes lamentaron las pérdidas. "Se ha producido un bajón de un 30%. Pero solo con quitar la valla ya se está notando. Poco a poco remontaremos el vuelo", dijo Miguel Ángel Moya, del bar La Bellota. Además, los comerciantes se quejaron de la suciedad y los ruidos. "Esto ha sido durísimo", explicó la farmacéutica María Basaldúa.

 

Teresa Lorente, de la frutería Las Damas, afirmó que "han sido seis meses de sufrimiento". "Hemos vendido un 85% menos. Había días que a las 12 de la mañana solo habíamos tenido un cliente. Me ha costado casi una enfermedad", declaró esta comerciante, que no desaprovechó la oportunidad de expresarle al alcalde sus quejas. "Nos va a costar dos años recuperarnos", declaró.

 

El resultado de la reforma suscitó división de opiniones en la zona. La mayoría consideró que el resultado es óptimo. "Ha quedado muy bien. Ya era hora", afirmó César García, responsable de una tienda de imagen y sonido. Eso sí, hubo numerosas voces que expresaron su preocupación por el escaso espacio para la circulación. "Es exagerado el tamaño de las aceras", afirmó María Basaldúa. "El día en que venga una ambulancia y se pare, aquí se montará un follón", dijo Miguel Ángel Moya. La escasez de papeleras o de bancos fueron otros motivos de queja. Por otro lado, ayer finalizaron las obras de la calle de Santa Inés, también financiadas con cargo al FEIL.