SUCESOS

La Guardia Civil frustra un atraco del que iba a ser víctima una empresaria

Cuatro personas vigilaron a la mujer durante varios días y fueron detenidas antes de cometer el robo planeado

La Guardia Civil de Zaragoza desbarató la pasada semana los planes que había tramado un grupo de presuntos delincuentes para asaltar la casa de una empresaria y apoderarse del dinero y objetos de valor que guardaba en casa. Tras más de un mes de investigación, vigilancias y escuchas, los agentes decidieron intervenir el pasado viernes antes de que llevaran a cabo el robo ya que temieron que la víctima pudiera sufrir algún daño.

 

Los detenidos, tres hombres y una mujer todos de nacionalidad española, pasaron ayer a disposición judicial y, según fuentes cercanas al caso, quedaron en libertad provisional y uno de ellos con una orden de alejamiento de la propiedad de la víctima puesto que viven en el mismo pueblo.

 

La Guardia Civil, según pudo saber este periódico, llevaba al menos 40 días investigando a los presuntos delincuentes y que sabían que pretendían cometer un atraco. La víctima elegida es una empresaria en cuya casa había trabajado hace un tiempo uno de los detenidos en unas reformas que llevó a cabo. Por este motivo, conocía dónde tenía la caja fuerte y cómo acceder a ella. Así, junto con sus tres cómplices, tramaron asaltarla. Antes, la vigilaron y tenían estudiados sus horarios de llegada y salida y sus costumbres. De hecho, pensaban aprovechar el momento en que la mujer va habitualmente a atender a su madre, que vive en una casa cercana, para abordarla cuando regresara y, amenazándola con una jeringuilla, obligarle a entrar a su vivienda y entregarles el dinero. Sin embargo, sus planes se vieron frustrados por la intervención de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

 

Los agentes, conocedores de sus intenciones, intervinieron -con autorización judicial- los teléfonos de los implicados y los sometieron a vigilancias, así como a la víctima, la cual estuvo en todo momento controlada y protegida por los funcionarios, según explicaron las mismas fuentes.

 

Entre los arrestados, hay una mujer que trabaja en una empresa de seguridad y, aunque ahora estaba de baja, seguía haciendo algunos servicios como vigilante, según fuentes cercanas al caso. Tres de los sospechosos son vecinos de la capital aragonesa y, el cuarto, reside en el mismo pueblo que la víctima.

 

Además de un delito de robo en fase de proposición, uno de los arrestados está acusado de atentado contra la autoridad ya que cuando era trasladado esposado y en un coche a las dependencias de la Guardia Civil para tomarle declaración, le dio un fuerte mordisco en un brazo a uno de los agentes y le causó una lesión de la que tuvo que ser atendido en un centro hospitalario.

 

Por otro lado, el padre de uno de los detenidos, al conocer el arresto del hijo, se tomó unas pastillas y tuvo que ser ingresado.