LAS OBRAS DEL TRANVÍA EN ZARAGOZA

Las empresas de autocares dudan de que Asín y Palacios pueda absorber el tráfico desviado

El vial tendrá que asumir 100 rutas escolares, 8 líneas de Tuzsa y parte de los 20.000 vehículos del eje de Gran Vía.

Las empresas de transporte que prestan en Zaragoza los servicios discrecionales a empresas y centros educativos tienen una fecha marcada en rojo en el calendario: el 21 de septiembre. Ese día quedarán cortados los carriles de Vía Ibérica y Gran Vía en sentido de entrada a la ciudad. Esto supondrá que miles de vehículos, incluidos muchos de transporte escolar, tendrán que utilizar la vía alternativa propuesta por Tranvías de Zaragoza, que es la calle de Asín y Palacios.

 

Los operadores de rutas están a la espera de que se ponga en marcha todo el plan de desvíos, pero muestran sus dudas de que esta vía de dos carriles, que habitualmente soporta más de 6.600 vehículos diarios, pueda absorber gran parte de los 20.000 vehículos que ya no podrán atravesar el eje de la Gran Vía. "Asín y Palacios será el punto más problemático, sobre todo por la mañana, cuando dejemos a los alumnos en el colegio Eliseo Godoy", explicaba ayer José Aguilar, gerente de Autobuses Aguilar, que señala las 8.00 y las 17.00, entrada y salida de los colegios, como las horas punta en Asín y Palacios. En esta calle, además del Eliseo Godoy, hay otros cuatro centros educativos. Por eso, la duda sobre si esta vía dará de sí para todos estos usuarios es compartida por todas las fuentes consultadas. La Policía Local ya ha anunciado que trabajará para mantener la fluidez del tráfico en esta zona y evitar los estacionamientos indebidos, pero la prueba de fuego llegará dentro de diez días.

 

Son más de un centenar las rutas que este periódico ha podido contabilizar en el entorno de las obras del tranvía, y para todas, sin excepción, los cortes y desvíos en el eje de Gran Vía conllevarán un aumento de kilometraje y de tiempo de recorrido, lo que obligará a trabajadores y estudiantes a invertir unos minutos más cada día en sus trayectos cotidianos. Un tiempo que aún no ha sido concretado por ninguna empresa, porque no se dan las condiciones para hacer pruebas fiables. "Hasta que se pongan en marcha los desvíos, no sabremos cuanto tiempo de más tendremos que invertir, y si en esa calle el tráfico es fluido", indica David Pérez, de Ágreda.

 

Desde la empresa Automóviles Zaragoza, Carlos Martínez explica que ya han realizado cálculos de cuánto costará a la empresa el mayor recorrido de las rutas -por ejemplo, las que llevan a los alumnos al Liceo Europa-. "Tirando a la baja, estimamos que supondrá unos 20.000 euros en combustible y en exceso de horas de trabajo". Para el gerente de esta empresa, una posible solución pasa por que "habilitaran un carril para los servicios públicos, incluyendo los servicios discrecionales, para que el caos no sea tan grande".

Rutas en pruebas

Las empresas ya están acostumbradas a tener que cambiar rutas de un día para otro, y no es raro que el 10% de las paradas tengan que ser desplazadas por diversos motivos. "A estas alturas, ya hay unas 15 o 20 paradas afectadas por las obras, de las 200 que tendremos en todas las rutas, explica Martínez. "Y durante las obras de la Expo ya tuvimos muchas obras. Pero este año va a ser especialmente difícil", explica el gerente de Automóviles Zaragoza. "Los alumnos del Liceo Europa

-situado en el camino de la Fuente de la Junquera- tendrán que despertarse 20 minutos antes. Nosotros ya hemos preparado un rutero con todos los desvíos, que además hará mención especial a los próximos cortes", señala Martínez, que recomienda a los padres que apunten a los niños al transporte escolar: "Si todos van hasta allí en coches o taxis, puede colapsarse".

 

En otras empresas han decidido ser previsores. Autocares Aneto, que ve afectadas 14 de sus rutas escolares y laborales, pondrá en marcha sus rutas alternativas el próximo lunes, "pero con la precaución de ver como se distribuye el tráfico y, en función de eso, alterarlas en lo necesario. Pensamos que las vías elegidas serán rápidas, pero depende de la densidad del tráfico que soporten", explica José Antonio Lorenzo, gerente de la empresa que da servicio a varios colegios y a dos centros de investigación científica situados en la carretera de Valencia.