MUNICIPAL

Catalá ensalza su gestión de los contratos menores pese a que se disparan las irregularidades

El concejal de Economía se vanagloria de su "eficacia" mientras que la oposición critica las numerosas deficiencias detectadas

El concejal de Economía del Ayuntamiento de Zaragoza, Francisco Catalá, se jactó ayer de la "agilidad" y "eficacia" de su gestión de la contratación menor, pese a que el número de facturas fraccionadas, práctica con la que se evita el concurso público y que está expresamente prohibida por la Ley de Contratos, se multiplicó por más de diez en 2008. "Los contratos menores son los necesarios, bien gestionados y justificados prácticamente la totalidad de ellos", dijo.

 

Así respondió el responsable municipal a las críticas de la oposición tras la comisión de vigilancia y control de la contratación, que analizó los informes anuales de Intervención sobre contratos menores después de cinco meses de negativas por parte de Economía y Hacienda a entregarlos. "El volumen de irregularidades ha sido del 13%. Estamos ante una buena gestión", llegó a decir Catalá.

 

La oposición en bloque discrepó abiertamente de esta visión tan entusiasta de la tramitación de la contratación menor. "En lugar de garantizar la libre concurrencia, Catalá ha convertido la contratación menor en una herramienta para adjudicar contratos a dedo", protestó el portavoz adjunto del PP, José Manuel Cruz. El responsable de CHA, Juan Martín, afirmó que "el Ayuntamiento se encuentra en el nivel más alto de irregularidades de su historia".

"Ha estado un poco sobrado"

Por su parte, José Manuel Alonso, de IU, subrayó que en el año de la Expo "las cosas se hicieron demasiado deprisa y no de forma ortodoxa". Ante la actitud de Catalá a la hora de responder a los grupos, Alonso no lo pudo evitar: "Ha estado un poco sobrado. Lo que tiene que hacer es garantizar el máximo nivel de información y que se normalicen estas situaciones".

 

La contratación menor está destinada a agilizar los plazos de determinados gastos, al permitir la adjudicación directa, siempre que no se superen unas cuantías establecidas por ley: 18.000 euros en el caso de suministros y servicios y 50.000 en las obras. Por eso, la normativa proscribe que un contrato mayor se divida en otros más pequeños para sortear el concurso público. Los grupos recordaron que es precisamente el Área de Economía la que más irregularidades acumula (105 facturas fraccionadas de las 179 tramitadas).

 

Catalá quiso aclarar que parte de esos gastos correspondían a la compra de vestuario homologado (solución también prohibida por las propias bases del presupuesto). Afirmó que la entrada en vigor de la nueva Ley de Contratos en mayo de 2008 obligó a anular la compra de ropa para los trabajadores y recurrir a adquisiciones "individualizadas conforme venían las necesidades".

 

El resto de las facturas son las derivadas de la polémica adquisición de mobiliario en la planta noble del Ayuntamiento, que Catalá justificó en la necesidad de "recibir a los cientos de mandatarios que vinieron de todo el mundo" durante la Expo. Pero, en cualquier caso, se recurrió a facturas fraccionadas, lo que no está permitido por la ley.

 

Negó que se hayan multiplicado por más de diez las irregularidades por fraccionamiento de facturas. "No, no es cierto. Por mucho que uno mienta 35 veces, la mentira sigue siendo mentira", dijo. Pero las cifras son tozudas: de 13 compras fraccionadas en 2007 se pasó a más de 150 en 2008.