TRIBUNALES

Juzgan a tres pedófilos que poseían fotos de niñas y bebés violados por adultos

La Guardia Civil les intervino miles de archivos que intercambiaban en Internet con otros pederastas. La fiscalía pide ocho años para uno de ellos, reincidente, y siete para los otros dos

Mario Enrique Sánchez es conducido por la Guardia Civil a la sala de la Audiencia Provincial.
Juzgan a tres pedófilos que poseían fotos de niñas y bebés violados por adultos
ESTHER CASAS

Mario Enrique Sánchez Beistegui, Carlos Gil Fernández y Óscar Santaolaria fueron juzgados ayer en la Audiencia Provincial de Zaragoza acusados de sendos delitos continuados de prostitución y corrupción de menores. El fiscal pide para los dos últimos catorce años de prisión -siete para cada uno- mientras que para el primero solicita ocho años, puesto que es reincidente.

 

Los tres fueron detenidos tras una investigación policial que comenzó a raíz de una denuncia puesta por una usuaria de internet, vecina de Ávila. Esta mujer informó a la Guardia Civil de que el 12 de enero de 2007, a través de un chat y del messenger había mantenido una conversación con una persona que le había ofrecido tres vídeos con material pornográfico con niñas de menos de 13 años.

 

Los agentes se pusieron manos a la obra y averiguaron que las direcciones personales (IP) del ordenador correspondían a un domicilio de la localidad zaragozana de Ontinar del Salz, pedanía de Zuera, en el que vive Óscar Santolaria. En el registro que se practicó en abril de 2007 en su casa, la Guardia Civil encontró cedés y discos duros que contenían un total de 11.115 archivos de vídeos y fotografías de niñas menores de 13 años obligadas con violencia a realizar actos sexuales y prácticas degradantes. En el momento de la intervención policial, el ordenador estaba descargando del programa Emule 100 archivos con pornografía infantil, 75 de los cuales los estaba compartiendo con otros usuarios.

 

A raíz del registro y contando con la colaboración del detenido, la Guardia Civil pudo desmantelar varias redes de pedofilia. Esta circunstancia fue alegada como atenuante por su abogado, Alfonso Bayo, y mantuvo que las menores que aparecen en las imágenes tienen más de 13 años. Por eso, pidió una condena de dos años.

 

A través del correo pedófilo mantenido por Óscar Santaolaria con otros internautas, los agentes llegaron diez meses más tarde al terminal de Carlos Gil Fernández, un madrileño residente en Arroyomolinos. En su casa, los funcionarios hallaron unos cien archivos con material pornográfico infantil que contenía escenas aberrantes de adultos violando a niñas de entre 3 y 5 años. El acusado Carlos Gil dijo en su descargo que tiene un trastorno bipolar, que "odia" a los pederastas y que su obsesión era "cazarlos". Para ello, se propuso hacer de cebo y creó un perfil para que se "acercaran" a él, con la intención de acumular material y llevarlo después a la Guardia Civil. Por eso, su abogado solicitó la absolución.

 

Uno de los que se conectaban con Carlos Gil era Mario Enrique Sánchez Beistegui, condenado en 2007 por exhibicionismo o pornografía de menores. Cuando los agentes registraron su ordenador en mayo de 2008, encontraron discos duros con fotos de niñas y niños de entre 4 y 10 años sometidos a vejaciones y penetraciones por adultos. Sánchez se negó ayer a declarar aunque en el uso último de la palabra dijo que pasaba por problemas de depresión y su letrado, Enrique Senao, pidió que sea absuelto.