ZARAGOZA

En el nombre del padre

El alcalde Belloch, en una imagen de archivo, tras reunirse con la ministra de Vivienda.
En el nombre del padre
oliver duch

Se sintió "tan dolida" por la supuesta "campaña de descrédito" que -a su juicio- inició el concejal del PP Sebastián Contín contra su padre al denunciar el escándalo de las sillas de lujo del Seminario y estaba tan poco "acostumbrada" a los comentarios que se vierten "de forma habitual y anónima contra los políticos" y a las críticas por la gestión de la Expo, que "descargó todas su rabia e ira" contra el edil en la red. A sus 24 años, cogió el ordenador de su casa -cuyo titular es el propio alcalde Juan Alberto Belloch-, insertó comentarios difamatorios contra el concejal en su blog personal y copió diez fotografías de su Facebook para colgarlas en otro creado sin su consentimiento y con su nombre y apellidos, como ella misma confesó en la declaración del pasado lunes en la que se inculpó.

B. T. S., una de las hijas del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, (nacida del primer matrimonio de Mari Cruz Soriano), optó por tomarse la justicia por su mano y contestar desde su casa y on line a las críticas políticas de la oposición municipal. Lo que quizá no valoró lo suficiente fue que la adoración que dicen que siente por su padre podría llevarle a un juzgado imputada por un presunto delito de revelación de secretos. Y, de paso, salpicarle a él. Asegura en su declaración que se siente arrepentida, pero, de momento, esto no se ha transformado en ningún tipo de disculpa ni por su parte, ni por parte del alcalde. Es más, el propio Belloch llegó a justificar su actitud (no las formas), el pasado viernes.

Siete veces

Su actuación comenzó el 12 de noviembre y lejos de quedarse en una anécdota de un día se repitió hasta en siete ocasiones. El mismo día en el que la prensa publicó que Belloch iba a encargar un peritaje de la lujosa mesa del Seminario, que desencadenó en un aluvión de críticas en la oposición, B. T. S. iniciaba sus andanzas. Y lo hacía acusando al edil, que durante este tiempo solo hizo declaraciones públicas una vez y a próposito de la compra de las sillas de lujo, de ciertos comportamientos amorosos y adicciones. Concluía: "Un saludo y espero que no te moleste mi opinión".

Entonces, decidió cambiar de estrategia y, a través del Facebook de su hermana menor -según su declaración-, copió diez fotografias personales de la cuenta de Contín en un blog que un conocido suyo había creado en marzo, pero que cambió por el nombre y apellidos del político. Todo sin su consentimiento. A las 6.38 y 7.12 de la mañana. El día coincide con la petición de la oposición, en la prensa, de depurar responsabilidades por la polémica del Seminario.

Pero no paró ahí. El 19 de noviembre fue el día más belicoso de la joven. Cinco comentarios difamatorios en apenas seis minutos. En dos de ellos, repite el mismo insulto en 1.500 ocasiones. En otro, le llama "Sebas tontín" y le pide que no borre comentarios. En un cuarto, le remite al blog modificado por ella. Y en un quinto, aparecen referencias a a la aprobación del "tema de las sillas", que según ella, fue ratificado también por el PP, pese a que la oposición no tiene voto en las mesas de contratación. También habla de los presupuestos y del Ayuntamiento, que dice "es como un cole". Y le llama "culofino" y "mamón", entre otros. Coincide el día con el endurecimiento de las críticas de la oposición por "la falta de transparencia" en el proyecto. Ahí acaba su actuación y empieza el camino judicial de Contín.

Un día después de los últimos comentarios, Contín decide interponer una denuncia en la Policía. Entonces, no era consciente de lo que el Grupo de Delitos Tecnológicos descubriría dos meses después, el 30 de enero: la IP (Internet Protocol o dirección personal) de la que procedían siete de los ocho mails pertenece al mismísimo alcalde de Zaragoza y también juez. A finales de junio, Belloch recibía un citación judicial y su hija, al verla en casa, decidió inculparse.

El juez deberá dirimir ahora si es culpable de los hechos, pero -de momento- su venganza familiar ya ha salpicado la imagen pública de su padre con una imputación. Aunque este considere que es solo "una cuestión familiar".