Zaragoza. Jueves, once de la noche. En la plaza de Santa Marta hay más de 70 veladores. "Esto no puede ser", denuncia un vecino de la zona. "Cada bar tiene licencia solo para sacar 4 mesas con sus sillas. Es decir, debería haber, como mucho, 28 veladores. Y aquí estamos los vecinos, arrinconados".

Viernes, doce de la mañana. Casi otros 70 veladores llenan la plaza de Sas. Solo 7 están ocupados. Atravesar la zona con un carrito de bebé o de la compra es prácticamente imposible, y comerciantes y vecinos aseguran estar hartos de no poder atravesar el área peatonal, a pesar de que la normativa dice que no deberían ocupar más del 60% del espacio transitable.

Cada verano, chocan los intereses de algunos bares por hacer negocio y los de ciudadanos y vecinos por descansar o, simplemente, llegar al portal de su casa. Y aunque desde el Ayuntamiento de Zaragoza se insiste en que de momento no hay un excesivo volumen de denuncias, las primeras han comenzado a llegar.

El domingo pasado, la Policía Local acudió a la plaza de Santa Marta tras recibir un aviso. Los agentes sancionaron a los siete establecimientos porque algunos casi tenían montadas el triple de mesas que las que se les permiten. La presencia de un garaje en esta plaza complica aún más el tránsito, y algunos vecinos insisten en que los fines de semana han contado hasta cien veladores en la zona.

¿Por qué, entonces, no se toman medidas más contundentes por parte de la Policía o el Ayuntamiento? Desde Servicios Públicos, reconocen que saben que determinados locales infringen la normativa, aunque reconocen que en estos casos les resulta más rentable pagar la multa (450 euros si es sanción leve o hasta 900 si ponen un 30% de mesas más que las concedidas) que dejar de hacer negocio. "El volumen de denuncias no es considerable, y por eso tampoco podemos hacer más en este tema", dicen desde el Ayuntamiento.

No obstante, desde la asociación de veladores precisan que los infractores son muy pocos. "No llegan al 10% de los más de 1.000 locales con licencia de Zaragoza", concreta el presidente, Francisco José Montaner. "En el Casco o en el paseo de Calanda, en horas puntuales, sabemos que algún local con licencia para 8 veladores saca 24. Lo desaprobamos y nuestros socios saben que se exponen a una denuncia, pero es la Policía la que tiene que actuar".

"Hay que convivir"

Desesperante para los vecinos es la situación en la plaza de Sas. Carlos, de la tienda "Q", ha denunciado el problema a Servicios Públicos, pero no le ha servido de nada. "La gente no puede pasar, no se cumple con la normativa y los vecinos también lo han denunciado. Pero en el Ayuntamiento nos derivan a la Junta del Casco Histórico y allí nos dicen que la Policía no ha hecho informes desfavorables, por lo que nada se puede hacer", insiste este comerciante que se confiesa "desesperado".

En otra tienda de ropa, María Viver coincide. "Es magnífico para la zona que pongan veladores, pero no puede ser que haya tantos que no se pueda ni pasar. Las señoras con carros y las personas mayores o en silla de ruedas tienen que ir por la calzada. Otros sufren los ruidos, porque a las 7.30 ya está el trajín de mesas, que no cesa hasta las 3.00. Algo debe de hacerse para poder convivir", propone. Más veladores de los permitidos. Cada establecimiento con licencia para tener veladores en esta plaza puede sacar un máximo de cuatro (se entiende que un velador consta de mesa y cuatro sillas). Sin embargo, los locales superan este número en muchos momentos de jueves a domingo. El fin de semana pasado, siete establecimientos fueron sancionados por la Policía Local por tener exceso de mobiliario en la calle. Además, algunos vecinos del entorno aseguran que últimamente sacan también mesas de madera de gran tamaño, que obstaculizan el paso.

Sin espacio para pasar. La Policía Local y Servicios Públicos insisten en que, por el momento, los controles no han mostrado que el volumen de veladores en esta plaza sea superior al permitido. No obstante, desde media mañana los vecinos no pueden cruzar la plaza, por la acumulación de sillas y mesas. A esto se suma que muchas motos aparcan también en la zona. Los afectados denuncian que el mobiliario no debería ocupar más del 60% del espacio libre, algo que a simple vista parece no cumplirse.