Un apagón en cadena deja sin luz a 4.000 clientes de Cuéllar y Gran Vía

Una avería en cadena en el centro de Zaragoza dejó ayer a unos 4.000 clientes sin luz a partir de las 16.00. Fue a esta hora cuando una de las excavadoras que trabajan en el entorno del paseo de Cuéllar cortó un cable subterráneo de media tensión que atraviesa esta zona. La máquina estaba en ese momento cerca de la clínica de San Juan de Dios.

El incidente afectó a la subestación Sagunto y dejó sin luz a unos 2.000 clientes de la zona, que reanudaron su actividad normal sobre las 17.10, según fuentes de Eléctricas. Durante este rato, fallaron los semáforos y toda la red en general del área del parque Pignatelli, el paseo de Cuéllar y el paseo del Canal. Por eso, varios efectivos de la Policía Local tuvieron que desplazarse hasta las principales avenidas para regular el tráfico con el fin de evitar accidentes.

La avería supuso un motivo más de irritación para los vecinos de esta zona de la ciudad que, a consecuencia de las obras de reforma, ya han notado un importante bajón en los comercios o el transporte y se han quedado prácticamente sin plazas de aparcamiento. Estas obras durarán unos cuatro meses.

Segundo corte en la tarde

Pero los problemas no terminaron aquí. Desde Eléctricas ya se apuntó que la red es muy sensible y un fallo puede desembocar en otro con relativa facilidad. Así fue en esta ocasión, cuando la primera avería causó una segunda inestabilidad en la red.

En concreto, quedó afectada la línea 6 de San Juan de la Cruz, que abastece a parte de las calles de Gran Vía y sufrió problemas de desconexión.

Allí quedaron afectados otros 2.000 clientes aproximadamente, aunque la avería tardó en esta ocasión un poco más en repararse. De hecho, no fue hasta las 17.45 cuando la situación en esta zona quedó controlada y solucionada.

Eléctricas estimó ayer que "tres de cada cuatro averías de Zaragoza están causadas por terceros". Muchas se deben a obras de reforma o de otro tipo que son llevadas a cabo por compañías externas a Eléctricas y que terminan por afectar a la red de suministro.

La ciudad tiene la peculiaridad de que la mayoría de las redes se han ido instalando de forma subterránea, lo que despeja el casco urbano y el paisaje en general. Sin embargo, las hace más vulnerables a los trabajos sobre el firme y también más difíciles de reparar cuando ocurre cualquier problema.

El verano, una época crítica

De momento, y a pesar del intenso calor, Zaragoza se ha ido librando de las averías en las últimas semanas. Sin embargo, en Eléctricas no quieren cantar victoria.

"En verano se suelen registrar muchos problemas que tienen dos causas principales: las obras de reforma de calles, muy numerosas en esta época, y los reventones de agua", indicaron fuentes de la empresa. En no pocas ocasiones, las fugas de agua cuando una tubería se rompe por el calor terminan por afectar a la red eléctrica.