ZARAGOZA

El edificio de la calle de Moneva, en "ruina inminente", comienza hoy a ser derribado

Los trabajos empezarán por la retirada de la cubierta desprendida el pasado sábado. La demolición se hará de manera controlada para no causar daños a las casas colindantes.

El edificio del número 5 de la calle de Moneva, que el pasado sábado sufrió un desprendimiento de parte de la cubierta, ha sido declarado en 'ruina inminente' y esta previsto que su derribo comience hoy por la mañana. En primer lugar, se desmontará la cubierta del edificio "para aligerar el peso de la estructura", informó el Ayuntamiento, para posteriormente seguir con el derribo completo del edificio. El consejero municipal de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, avanzó que el desmontaje será "controlado" para proteger la seguridad de los edificios colindantes y "los elementos de protección ambiental".


Los técnicos municipales adoptaron esta decisión después de revisar, en la mañana de ayer y acompañados por los bomberos, el estado del edificio. Sin embargo, se mantendrán en pie tres alturas de la fachada para que los edificios colindantes no se resientan. Además, la inspección municipal exige a la propiedad de los números 3 y 7 de la calle la revisión y adopción de las medidas de seguridad "que se estimen necesarias", señaló Urbanismo.


Ayer por la mañana, la céntrica calle, flanqueada por bares y tiendas, se encontraba aún cubierta por cascotes y vigilada permanentemente por la Policía Local para evitar el acceso de los viandantes a la misma. El técnico de guardia de Bomberos, que acompañó a los técnicos municipales, explicaba tras la visita que el derrumbe se pudo producir "por muchas variables", agravadas por el hecho de estar deshabitado, aunque apuntó como causa probable la rotura de una de las vigas que sostenían el tejado, lo que hizo que la cubierta cayera sobre un falso techo de cañizos.


El edificio del número 5 de la calle Moneva, propiedad de la sociedad Cuarte Desarrollos Urbanísticos desde 2004, ya había sido declarado en 'ruina económica' por el elevado coste que supondría su rehabilitación integral. Por tanto, los propietarios habían tomado las medidas de seguridad adecuadas, y así se hizo constar en un informe remitido al Ayuntamiento el pasado mes de julio.


Por su parte, los inquilinos de uno de los locales comerciales del edificio -los propietarios de El Calamar Bravo- interpusieron en verano de 2008 un recurso que mantenía paralizado este expediente de ruina económica. Ni este establecimiento ni el bar Tropicana volverán a abrir sus puertas en esta ubicación, y sus propietarios ya han puesto en marcha otros negocios.


El desplome de parte de la cubierta y la fachada se produjo el pasado sábado alrededor de las 16.15, y no se registraron daños personales, ya que la calle estaba vacía en ese momento y los bares, cerrados. Solo una empleada de El Calamar Bravo resultó herida leve al salir corriendo y tropezar con unos cascotes.