ZARAGOZA

El futuro estadio se podrá transformar en un 'cinco estrellas' para las grandes ocasiones

El diseño del campo permite instalar gradas desmontables para alcanzar los 50.000 espectadoresEl coste de la obra, que empezará en diciembre, pasa de 103 a 125 millones y aún no hay financiación clara

Zaragoza. El futuro campo de fútbol de Zaragoza, que se ubicará en la huerta de Miraflores y que tendrá un aforo de 43.170 espectadores, podrá ponerse la medalla de 'cinco estrellas' para las grandes ocasiones y superar las 50.000 butacas. Las instalaciones disponen de un deambulatorio en la última planta con capacidad para colocar un graderío provisional y desmontable y sumar las 6.830 plazas que faltan para obtener la máxima calificación de la FIFA.

 

Esta es una de las novedades del proyecto, que está redactando el equipo de arquitectos e ingenieros dirigido por el zaragozano Joaquín Sicilia. "Para conseguir los 50.000 espectadores no hay que tocar absolutamente nada", explica Sicilia, que destaca la "flexibilidad" de las instalaciones.

 

No en vano, la colocación de unos asientos provisionales para un acontecimiento concreto podría tardar unos diez días, igual que, por ejemplo, un concierto en la Feria. Después, esa grada se retiraría. No obstante, el Consistorio siempre podría optar por construir una estructura fija para ganar esas 6.800 plazas.

 

De este modo, el Ayuntamiento sortea su principal temor con el aforo del estadio: que el hecho de llegar a los 50.000 espectadores condenara a la nueva infraestructura a tener parte de su graderío vacío en los días de partido. Pero evita que el campo nazca con el hándicap de no poder acceder a grandes acontecimientos internacionales, como una final de la Liga de Campeones, al no disponer de la máxima calificación.

 

Sicilia y su equipo presentarán el proyecto básico del estadio en el Ayuntamiento de Zaragoza la próxima semana. También tienen lista toda la documentación relativa a la ejecución de la cimentación, la estructura, la fachada, la cubierta y parte de las instalaciones (incendios, media tensión...). En junio estará listo el proyecto definitivo para iniciar los trámites de contratación de las obras.

 

El trabajo técnico ya ha constatado, como estaba previsto, que será difícil cumplir el presupuesto de 103,5 millones de euros estimado en el anteproyecto. Según el arquitecto, el motivo del incremento de los costes, que superarán los 125 millones, se debe a que habrá que reforzar la cimentación y aumentar los trabajos de pilotaje. Si se cumplen los plazos anunciados, a finales de año podrían estar en marcha las obras, que concluirían en 24 meses.

 

Antes de que se contrate la edificación, debería estar clara la financiación de las obras y el modelo de explotación. De momento, Urbanismo no tiene definida la fórmula, más allá de que tanto el Ayuntamiento como la DGA han anunciado su participación al 50%. Pero para no asfixiar las arcas públicas, se están buscando socios privados, entre los que estaría el Real Zaragoza, para que participen por la vía del patrocinio o mediante aportaciones directas.

 

Al margen de cuestiones económicas, el campo se dibuja "como una gran caja de espectáculos", tal y como lo define el propio Sicilia. "Entrar en el estadio será una sorpresa. Todo estará personalizado y se generarán pequeños espacios en los que el ciudadano, sin perder el anonimato de los espectáculos deportivos, no se sienta como una masa", dice.

 

Desde el exterior, el estadio se integra en el entorno mediante un espacio peatonal de 29.181,87 metros cuadrados. Se ha diseñado con zonas de estancia, donde se podrán desarrollar actividades diversas de ocio. "Se convertirá en el elemento de acogida de la afición los días de partido y un lugar de actividad del barrio el resto de la semana", afirma Sicilia.

De la chapa taladrada al corian

El estadio, elíptico pero asimétrico, se alza con el modelo de la olla a presión. La fachada tiene un diseño especialmente ideado para este proyecto. Sicilia y su equipo han previsto una 'piel' para el campo de fútbol que recuerda a las trazas mudéjares, pero redibujadas hasta la abstracción. Este elemento permitirá un curioso juego de luces y sombras, tanto de día como de noche.

 

En un principio, se había previsto una fachada de chapa taladrada. Pero durante la redacción del proyecto se ha pensando en las ventajas que ofrece el corian, un material reciclado que combina minerales naturales y acrílicos. Su gran virtud es que es traslúcido y, por lo tanto, favorece el 'efecto linterna' que los arquitectos buscan para el edificio.

 

Hay dos tipos de iluminación nocturna. Una mediante lámparas led incorporadas a la fachada, que dispondrían de distintos niveles de intensidad y que podrían reflejar lo que ocurriera en el interior: por ejemplo, soltarían un destello cuando se marcara un gol. Por otro lado, está la iluminación interior. Como el corian es traslúcido, la fachada podría llenarse de sombras procedentes del interior.

 

El estadio, que ocupa 41.420 metros cuadrados de los 70.601,87 del solar, dispone de 22 puertas de entrada, así como de dos accesos al aparcamiento (uno al noreste y otro al suroeste), de 933 plazas. Los estacionamientos se reparten en dos sótanos, aunque el primero tiene la peculiaridad de disponer de casi ocho metros de altura para permitir vehículos de grandes dimensiones, como autobuses o camiones.

 

Además, hay un acceso directo desde el tercer cinturón que permite llegar hasta el mismo terreno de juego.

 

Desde las entradas más próximas a la ronda se accede a la 'grieta' del estadio, que coincide con la zona más elevada y donde se concentran los usos complementarios. Es el deambulatorio abierto desde donde se llega las zonas comerciales y administrativas, situadas en las plantas superiores, al área VIP, a la reservada para la prensa o a los dos restaurantes.

Cenar y ver el fútbol

La primera planta integra la zona del club, con los palcos y todas las dependencias VIP, además de los dos restaurantes con visión directa sobre el terreno de juego. "Se podrá cenar y ver el fútbol al mismo tiempo", explica Sicilia. Esta primera planta ya incorpora terciario y permitiría ubicar el museo del club o la tienda. En la segunda planta de la 'grieta' están las 31 cabinas de prensa previstas y otros 14 palcos, mientras que en la tercera y la cuarta se concentran la mayor parte de los usos terciarios, que en total suponen 21.937 metros cuadrados de los 153.134,55 construidos.

 

Ahora, además de pagarlo, toca construirlo. "Crecerá muy rápidamente, porque muchos elementos serán prefabricados, incluso los pórticos. No es un estadio complicado, porque su estructura es sencilla", dice el arquitecto. Cuando empiece a rodar el balón, se convertirá en una referencia urbana de la ciudad. "Queremos que sea reconocible -concluye Joaquín Sicilia- para que se utilice todos los días".