Un incendio declarado en la madrugada de ayer en las naves que Saica Natur (filial de la papelera Saica) tiene en el barrio del Picarral puso en vilo a los Bomberos de Zaragoza y obligó a movilizar a 60 funcionarios y una veintena de vehículos diferentes. La alarma la dio un vigilante de seguridad de la propia empresa durante una ronda rutinaria, que descubrió el fuego e intentó, sin éxito, apagarlo por sus propios medios.

Era la 1.17 cuando la central del 080 recibió la primera llamada y con gran celeridad, según reconoció Víctor Sanz, director general de Saica Natur, los Bomberos desplegaron un gran dispositivo que evitó que el fuego se propagara a otras áreas de la factoría. Los daños que causó el siniestro son exclusivamente materiales y no afectó a las instalaciones productivas. De hecho, la actividad continuó ayer de manera normal y las materias primas salieron en camiones desde las siete de la mañana, según Sanz.

Las llamas, que llegaron a superar los veinte metros de altura, se cebaron con la zona de procesado de materias primas, situado en la nave exterior, donde se almacenan grandes cantidades de papel recuperado y material plástico, y también calcinaron varios camiones que están aparcados en ese punto. De hecho, según las primeras estimaciones, el fuego ha podido calcinar varios cientos de toneladas de papel reciclado y cartón, puesto que afectó a un área en la que había almacenados un millón de kilos.

No obstante, la empresa no hizo ayer ninguna valoración de las pérdidas, que están todavía por cuantificar. Sí que aseguró que gran parte de la mercancía podrá ser recuperada.

Las labores de extinción del incendio fueron laboriosas por el tipo de material y la combustión que presenta. Además, la presencia de plástico dificultó las tareas ya que hizo de efecto multiplicador de las llamas. Los bomberos estuvieron más de veinte horas trabajando, aunque las más intensas fueron las cinco primeras, tiempo empleado en controlarlo. El resto se dedicaron a refrescar y remover los rescoldos para evitar que el fuego volviera a reavivarse y luego apagarlo por completo. Anoche todavía permanecía un retén de bomberos en el lugar del suceso.

Alerta de Protección Civil

El siniestro movilizó también a un buen número de agentes de la Policía Local y a miembros de Protección Civil, los cuales estuvieron vigilando la trayectoria que tomaba el humo por si podía alcanzar las viviendas cercanas y era preciso evacuar a los vecinos, según explicó en el lugar de los hechos el jefe de este dispositivo, Roberto Samprieto. Afortunadamente, la ausencia de viento durante la madrugada de ayer hizo que el humo fuera hacia arriba y no afectase a los ciudadanos. De hecho, muchos de los residentes no se enteraron de lo ocurrido hasta ayer por la mañana, cuando al levantarse encontraron un manto de cenizas en sus coches y en las calles de los barrios del Picarral y del Arrabal

"Todo el operativo previsto por la empresa para incidentes como el ocurrido la noche pasada funcionó con normalidad y, pese a la aparatosidad del fuego, en ningún momento corrieron riesgo ni la plantilla ni las instalaciones productivas", aseguró Víctor Sanz.

"Tenemos la suerte -añadió- de que los Bomberos están muy cerca y llegaron en seguida. Además, todo lo referido al concepto seguridad para Saica es obsesión".

La empresa cuenta con pozos y depósitos de agua que los especialistas utilizaron para extinguir el fuego y también colaboró con grúas y excavadoras para mover el material y evitar que se quemara más mercancía.

Las máquinas de prensa de papel están situadas en una nave anexa sin techumbre que no se vio afectada. No obstante, las altas temperaturas que se llegaron a alcanzar obligarán a revisar algunos de sus pilares.

Respecto a las causas del incendio, el director de la factoría manifestó que es probable que tarden tiempo en conocerse puesto que ahora tienen que ser los expertos los que inspeccionen la zona y elaboren un informe con sus conclusiones.

No obstante, según pudo saber este periódico, la zona que está más afectada es donde estaban aparcados varios camiones que quedaron calcinados, por lo que no sería descabellado pensar que se pudo originar en uno de ellos por algún fallo eléctrico y que luego se extendiera al papel almacenado.

También se puede barajar la hipótesis de que se produjera una combustión espontánea puesto que en el cartón para reciclar llega con materia orgánica que puede desprender gases que necesiten temperaturas muy bajas para entrar en combustión.