Ante el terremoto político que ha desatado la compra de muebles de lujo en el Seminario, el PSOE quiso ayer templar gaitas y pidió disculpas a los ciudadanos por todo lo ocurrido. Eso sí, el gobierno de la ciudad solo enmarcó su equivocación en la situación de recesión económica que atraviesa el país y destacó que en una época de bonanza, siempre que el precio del mobiliario se ajuste a su calidad, podría resultar adecuado el gasto.

Tras la junta de gobierno local, en la que el alcalde Belloch pidió explicaciones a los dos responsables del expediente (el concejal de Urbanismo, Carlos Pérez Anadón, y el de Economía y Hacienda, Francisco Catalá), el primer teniente de alcalde, Fernando Gimeno, compareció ante la prensa con la tesis de que el debate que se está produciendo es: "¿Qué gastos son adecuados en tiempo de crisis? Hay un problema de oportunidad. ¿Es prioritario o no?".

"En un contexto de crisis es difícil explicar ese gasto. En otro momento, si el informe de los peritos dice que el precio es adecuado, sí", declaró el concejal. En este sentido, para justificar la decisión de comprar muebles tan caros, recordó que se tomó cuando la situación económica era más boyante.

Gimeno admitió que tanto a él como al alcalde el precio les sigue pareciendo caro. En cualquier caso, prefirió esperar a que se presente el peritaje por parte de un arquitecto técnico, que podría estar listo en el plazo de una semana. "Será entonces cuando se diga si el precio pagado es adecuado o no, aunque tiendo a pensar que es el adecuado. Pero aunque el coste sea adecuado, habrá que ver si el momento para ese gasto lo es", dijo.

Pero el hasta ahora único portavoz oficial de la crisis no arrojó mucha luz sobre el enmarañado proceso de contratación de la mesa, así como del resto de las obras incluidas en el último proyecto modificado de la reforma del Seminario, valorado en 12,5 millones de euros y donde estaba incluido el mueble. Pese a que este expediente aún no ha sido aprobado por el gobierno, ya está colocado.

Se limitó a decir que los técnicos dicen "que el procedimiento es correcto" y que permite adelantar obras antes de su aprobación por el gobierno. Aunque el alcalde acaba de ordenar un peritaje para confirmar el valor de los muebles del Seminario, Gimeno dijo que el Gobierno "tiene una confianza total en los técnicos de contratación y de urbanismo".

A pesar del teórico ánimo de transparencia que quiere transmitir el gobierno, fue contundente ante las peticiones de información de los grupos de la oposición, que han exigido todo el expediente del último modificado. "No se actuará de forma ilegal. Piden cosas muy raras. Los expedientes de contratación no se pueden tener antes que los órganos que toman las decisiones", replicó. Eso sí, la mesa de 180.000 ya está en la sala de reuniones del Seminario.

El concejal del PP José María Moreno advirtió de que "es muy peligroso que no se nos dé información" y recalcó que "el problema es si se han gestionado bien los recursos del Ayuntamiento".

Ante esta situación, el portavoz de CHA, Juan Martín, afirmó que "el PSOE se ha encargado este año y medio de hacer de la opacidad su seña de identidad". "Si no tienen nada que ocultar, ¿por qué no dan toda la información? No deben esconderse detrás de informes periciales", afirmó. A su juicio, "Fernando Gimeno debe dejar de tomar el pelo a los ciudadanos".

La gestión de la crisis por parte del gobierno indignó a José Manuel Alonso, de IU: "El Ayuntamiento debe acabar con este tema dando todas las garantías de transparencia y asumiendo responsabilidades". Opinó que a esta situación "se llega por dejadez en el control del gasto público". "El Seminario ha llevado este proceso desde el principio y se ha creído que todo el monte es orégano", afirmó Alonso.