ZARAGOZA

Juzgan al autor del crimen de La Puebla por la droga hallada en casa de la víctima

La Guardia Civil localizó 216 gramos de cocaína en la vivienda del fallecido, un hombre de 58 años que fue asesinado de dos disparos en la cabeza en mayo de 2007

Alberto Goenaga López, de 40 años, fue juzgado ayer por un presunto delito de tráfico de drogas descubierto a raíz del registro domiciliario que la Guardia Civil hizo en su casa el 31 de mayo de 2007, cuando fue detenido por el asesinato de Carlos Miguel F. B., de 58 años, cometido un día antes. Este hombre fue encontrado muerto de dos disparos en la cabeza en el camino de La Puebla de Alfindén que lleva al Centro de Recuperación de Fauna Salvaje de La Alfranca.


El juicio por el homicidio todavía no se ha celebrado, pero Alberto Goenaga se sentó ayer en el banquillo de los acusados por los 9 gramos de cocaína que los agentes encontraron en su casa y los 216 gramos que hallaron en el domicilio de la víctima. Por eso se enfrenta a una petición del fiscal de cinco años de prisión. El procesado negó que la droga fuera suya y dijo que era del fallecido. Por ese motivo, su abogado defensor, Javier Notivoli, pidió la absolución de su cliente o que, de forma alternativa, se le aplique la atenuante de drogadicción. También mantuvo que no hay ni una sola prueba de que la droga se la proporcionara su defendido y que el análisis del corte de las respectivas sustancias reveló que eran totalmente diferentes.


Alberto Goenaga manifestó que no tomaba cocaína desde el año 1992, cuando dejó la Legión, pero que el día de los hechos la consumió por no "hacerle un feo" a Carlos Miguel F. B., que se la ofreció. De hecho, en el análisis del cabello que se le hizo cuando fue arrestado dio positivo en cocaína. Tras el asesinato, la Guardia Civil encontró, en el armario del cuarto del niño de su pareja, una funda de gafas con la droga y una balanza, que el acusado dijo que era de la víctima.


Durante el interrogatorio, afirmó que no había traficado nunca, pero un testigo explicó que a él le había conseguido cocaína "un par de veces", cuando regentaba un bar en Santa Isabel. Su abogado recordó que, por la pureza de la droga, la cantidad incautada en sus casa equivalía a 2,2 gramos y que en casos así "ni siquiera se llega a los tribunales". "Ya tenemos un problema bastante grave con el homicidio para enfrentarnos a una petición de cinco años", señaló el letrado. Respecto al resto de la droga, insistió en que era de la víctima, que también tenía material para cortarla y distribuirla.


Cuando fue detenido, Alberto Goenaga confesó que mató a Carlos Miguel F. B. porque le estafó y le mintió. Declaró que le prometió conseguir dinero en un banco y no lo hizo. Entonces, "se le fue la pinza" y le disparó. Goenaga ha estado vinculado desde siempre con círculos neonazis y tiene antecedentes policiales por agresiones.