BALANCE DE LA EXPO

El Faro pone tarea a los gobiernos

El Pabellón de Iniciativas Ciudadanas ha presentado un avance de las más de 100 propuestas trazadas durante sus tres meses de actividad. La primera docena se dirige a los poderes ejecutivos de los países del Norte y del Sur.

S. Negredo (HERALDO.es)

Representantes de Cruz Roja, Manos Unidas, Fundación Ecología y Desarrollo, Fundación Nueva Cultura del Agua, Educación sin Fronteras, Cáritas e Intermón Oxfam presentaron este jueves un avance de las demandas que se han ido trazando con la participación de las 350 organizaciones que integran el Pabellón de Iniciativas Ciudadanas a lo largo de tres meses y más de 90 actos.


Sandra Bienveniste, de la Fundación Ecología y Desarrollo, destacó además que "es importante trasladar el espíritu de la participación a otras exposiciones". Por ello, planteó la importancia de que en próximas muestras esté presente la sociedad civil, liderada por las oenegés de cada país. Ha aclarado que "no es la primera vez" que se coopera de esta forma, pero que el Faro ha sido una enorme oportunidad para el trabajo.


Fernando Pérez, de Cruz Roja, recordó que el edificio no se puede mantener tal y como está por su perculiar estructura bioclimática y por haberse situado en zona inundable, pero ha aventurado que alguno de los símbolos, como la panémona que lo corona, se podría trasladar a una plaza de la ciudad. En cualquier caso, aseguró que están trabajando en el futuro del edificio y que "va a ser un proceso largo".


Las 12 demandas


Entre los primeros imperativos, se destaca el reconocimiento expresamente y la garantía del derecho humano al agua potable y el saneamiento. Además, se anima a repensar las dinámicas sociales del Norte, donde todavía persisten bolsas de pobreza, y donde el acceso al agua potable y saneamiento no es una realidad para todos.


Las organizaciones que componen el Faro instan a garantizar las inversiones necesarias tanto en educación como en infraestructuras, para asegurar la provisión de unos servicios de agua potable y saneamiento para todas las personas, prestando especial atención a las mujeres.


Además, animan a considerar la acción educativa como una estrategia de cambio social. Para ello, entienden que hay que reformar la política y filosofía educativas, para que contemplen la formación obligatoria y continua del profesorado en la cultura de la sostenibilidad y el agua.


Otra de las propuestas urge a implantar estrategias de conservación de los ecosistemas y de gestión de la demanda, frente a las tracionales políticas de oferta centradas en grandes presas e infraestructuras hidráulicas. Además, se subraya la necesidad de reconocer institucionalmente la creación de plataformas sociales de diálogo y participación social como mecanismos de prevención y resolución de conflictos.


"No es una mercancía"


Los siete representantes de organizaciones integradas en el Pabellón de Iniciativas Ciudadanas también han instado a reconocer el agua como un bien común y no como una mercancía, lo que supone gestionarla desde el ámbito público, con base en los principios de la nueva cultura del agua, incrementando la participación y control social. Del mismo modo, exigen que se deje el agua fuera de los acuerdos de la Organización Mundial de Comercio.


Otra de las ideas esbozadas es condicionar los nuevos desarrollos urbanísticos, agrarios e industriales a la disponibilidad del agua y a los nuevos escenarios del cambio climático, integrando estos aspectos en los estudios de impacto ambiental.


Uno de los puntos que más llaman la atención es el que hace un llamamiento a reconocer que los desastres no son siempre "naturales", sino consecuencia directa de modelos insostenibles de desarrollo. Por ello, hay que priorizar la prevención, según las organizaciones del Faro.


Algunas de las acciones más concretas que se proponen son la instalación obligatoria de contadores de agua y el establecimiento de una red mundial de espacios hídricos naturales representativos. Además, entienden que hay que promover un cambio cultural personal y social que lleve a reducir el consumo.