PABELLÓN DE CASTILLA-LA MANCHA

Agua a través del ingenio

El pabellón de Castilla-La Mancha propone una muestra de las distintas tecnologías para la gestión y uso del agua que han utilizado los castellano-manchegos a lo largo de la historia.

El espacio se divide en cuatro ámbitos que tratan de transmitir sensaciones junto a la información sobre los usos del agua en la comunidad. Un gran cubo negro, en el que se proyectan audiovisuales en un ambiente relajado, recibe al visitante. Son los llamados “Ojos del agua” en donde a través de grandes pantallas, se proyectarán imágenes espectaculares de Castilla-La Mancha, alusivas a la presencia de agua en sus tierras. El agua, además, se expresa mediante efectos de sonido.


El siguiente espacio está inundado por el color, es “El compromiso con el agua”. Aquí se recrea el ambiente de un acuífero subterráneo a lo largo del pasillo. En las pantallas de la parte superior se perfilan en contraluz la roca y las estalactitas goteantes. En las pantallas intermedias se ven las gotas que caen de las pantallas superiores, creando una sensación de continuidad, mientras que en la zona inferior se observa un lago subterráneo en el que acaban cayendo las gotas.


Además de esta evocación de una gruta, se proyecta un audiovisual que sitúa a los visitantes y les ofrece una visión completa sobre el estado actual del agua en Castilla-La Mancha y sus usos, así como las políticas medioambientales y de sostenibilidad que se están llevando a cabo en la región.


En el tercer ámbito, “Entornos Naturales Protegidos”, se proyecta un vídeo, de cuatro minutos de duración, sobre los caminos que el agua ha ido creando a su paso por este territorio castellano.


El agua continúa su recorrido a través de la cultura y las tradiciones de Castilla-La Mancha hasta desembocar en la última de los cuatro ámbitos: “La plaza del ingenio”. Aquí se revela la máxima manifestación del ingenio y el protagonista del Pabellón: el Ingenio de Juanelo. Una enorme maqueta mostrará la máquina hidráulica que el italiano Juanelo Turriano construyó para subir el agua a la ciudad de Toledo desde el río Tajo, en el siglo XVI. El Ingenio de Juanelo se mantuvo en funcionamiento hasta 1639, y en sus mejores momentos llegó a subir 17.000 litros de agua por día.


La plaza se complementa con otros ingenios que en su día revolucionaron el uso y el tratamiento del agua como clepsidras, acequias, aljibes, batanes, norias, martinetes, molinos de agua o las motillas. Destaca el yacimiento arqueológico de Motilla de Azuer, que entronca con las nuevas tecnologías que se están poniendo en marcha para permitir un uso más eficaz del agua en la comunidad.