El Kayak-polo es una combinación de waterpolo, baloncesto y piragüismo que apenas lleva 15 años instaurado en España. Su exigencia física es menor que en otras disciplinas de competición como el “slalom”, y por eso muchos piragüistas la practican para seguir divirtiéndose con estas embarcaciones.

El balón, que es igual que el de waterpolo, se pasa de mano a mano entre los diez jugadores divididos en dos equipos, además de permitirse también el manejo con la pala. Un jugador solo puede tener la posesión del balón durante cinco segundos, sino quiere ser penalizado. El objetivo del juego es meter el balón en la portería con una red que mide 1 x 1.5 m, y está suspendida a dos metros sobre el agua. “Parece sencillo desde fuera, pero no es nada fácil lanzar un balón estando sentado dentro de una piragua”, explica José Chomosa, presidente del comité de árbitros de Galicia.

Aunque en los partidos se juegan dos tiempos de diez minutos con tres de descanso entre ellos, en la Expo, al tratarse de una exhibición, jugaron durante varias horas. “A ellos les encanta y van a estar aquí toda la tarde”, contaba el árbitro Chomosa refiriéndose a los jugadores de las selecciones gallega y valenciana que habían acudido al evento.

Al tratarse de un deporte de contacto, los jugadores deben ir bien protegidos con casco, rejilla, chalecos con protecciones y defensas en la proa y la popa de la embarcación. Se juega tanto en piscinas cubiertas como en "campos" exteriores con dimensiones de 35 x 22 metros. “Es una alternativa a los deportes de verano. Porque en invierno tenemos el fútbol, el baloncesto… Pero el Kayak-polo es una buena manera de mantenerse en forma en verano y pasar un rato divertido dentro del agua”, indica José María Esteban Celorrio, presidente de la federación aragonesa de piragüismo. Esteban Celorrio quiere promocionar esta disciplina en Aragón y ese ha sido uno de los motivos de la organización de este evento de Kayak-polo. “La idea era que la gente se fuera familiarizando, y ya han venido bastantes interesados preguntando qué era esto y buscando información para apuntarse”, destacaba Celorrio.

Aunque el evento pasó tal vez un poco desapercibido entre los visitantes de la Expo, sí que se acercó más público del Parque Metropolitano, como la familia Jiménez Marín. “Nosotros estábamos paseando por el parque cuando hemos visto esto y nos hemos acercado a ver qué pasaba. Llevamos 15 o 20 minutos fijándonos, y más o menos, hemos entendido en qué consiste el juego”, indica uno de los miembros de la familia.

La exhibición coincidió con el Campeonato de España, pero aún así, los chicos de las selecciones de Galicia y Valencia no quisieron perderse esta cita con la Expo.