"NO PUEDO CALLARME ANTE SOLBES"

"Debo defender a mi ciudad antes que a mi partido"

A pocos días del cierre de la Expo, afronta la crisis de las arcas municipales liderando -sin el apoyo de su partido- el frente de alcaldes contra los recortes de Solbes.

PREGUNTA.- Sus declaraciones en contra del recorte económico que plantea Solbes han levantado ampollas tanto en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) como en su propio partido, ¿las ratifica?


RESPUESTA.- Voy a seguir defendiendo los intereses de la ciudad, por descontado. Un alcalde tiene obligación de defender a su ciudad, más que una disciplina de partido. Yo por lo menos lo veo así. Si no, sería un fraude a los ciudadanos, tanto para los me han votado como para los que no. Soy alcalde de todos, de unos y de otros.


P.- ¿En tantos aprietos pondría el tijeretazo de Madrid al Ayuntamiento de Zaragoza?

R.- Para que se entienda la gravedad de la cuestión, el recorte supondría que, entre este año y el que viene, Zaragoza perdería unos 40 millones. Así, decir que se está de acuerdo con la reducción es absurdo. Además, es sorprendente que días antes se había dicho que, con el sistema de financiación de las comunidades autónomas, todas saldrán beneficiadas y, diez días después, se diga que todos los ayuntamientos salimos perjudicados. Si siempre ha habido un trato desigual, en este caso se llega al colmo. Es obvio que no puedo callarme.


P.- Esto podría crearle un conflicto con su partido...

R.- Sin duda. Mi partido no está de acuerdo y así se me ha hecho saber. Bueno, la ejecutiva de mi partido.


P.- El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz- Gallardón, ha hecho unas declaraciones muy parecidas a las suyas y se le ha acusado de derrochador. ¿Está de acuerdo con la gestión de Gallardón?

R.- Creo que es un gran alcalde y lo demuestran los hechos. No solo que Madrid va bien como ciudad, sino por la respuesta de los ciudadanos. Yo creo que hay alcaldes buenos, regulares y malos de todos los colores y partidos políticos y Alberto es buen alcalde.


P.- Lo que sí es cierto es que recibamos o no el dinero de Madrid, las cuentas del Ayuntamiento de Zaragoza no están en su mejor momento.

R.- Es que la cuestión no debería ser si se reduce o no, es que lo que nos daban era inaceptablemente bajo. Aunque finalmente no lo reduzcan, esto no arregla el tema. Llevamos desde la Constitución protegiendo y mejorando el sistema de financiación de las comunidades autónomas y olvidando el de los ayuntamientos. Somos los alcaldes los que tenemos problemas reales.


P.- Pero, tras tres años de importantes inversiones con la Expo, la crisis económica de Zaragoza va más allá, ¿no?

R.- Hemos invertido mucho y, ahora, no tenemos dinero, pero todos los ciudadanos ven dónde lo hemos puesto. Tenemos que pasar un par de años con una inversión de 100 millones de euros. Pero o aprovechábamos para realizar todas las inversiones de la ciudad en tres años o nunca podríamos haberlas afrontado.


P.- ¿Serán los barrios o los proyectos sociales los más perjudicados por esta difícil situación económica?

R.- En gasto social nunca se va a reducir. Mi compromiso es que se incremente un 25% cada año del mandato. Si este año solo sube el 15%, luego tendrá que aumentar el 35%. Lógicamente, habrá que parar las grandes infraestructuras, porque ya están hechas. Solo quedan por hacer proyectos de desarrollo urbanístico, como el cierre Este de la ciudad o mejorar el Casco Histórico, y hay que afrontarlos.


P.- ¿La crisis financiera podría paralizar o ralentizar el tranvía?

R.- No, porque es una inversión a muchos años. Para eso están los plurianuales. Lo que hay que gastar este año es poco y se avanzará.


P.- ¿Mantiene el mismo horizonte y los mismos plazos?

R.- Efectivamente. No hay ningún motivo para paralizar nada.


P.- ¿Qué medidas plantea para sanear las arcas municipales?

R.- La venta de suelo representa el 7% de nuestro presupuesto y lo vamos a obtener. No me parece serio decir que vamos a reducir el gasto corriente, porque luego habría que hacer modificaciones parciales del presupuesto a lo largo de la legislatura. No se puede reducir, porque son los servicios que reciben los ciudadanos. Lo que hay que hacer es minimizar inversiones y apretarse el cinturón.


P.- Madrid ha dado una serie de instrucciones para mejorar las economías de los ayuntamientos y aconseja que se congelen los sueldos y las dietas, ¿cómo recibe esta pauta?

R.- Están con muchas ganas de dar instrucciones y solo acepto las instrucciones de mi corporación.


P.- ¿Puede garantizar que no subirán los impuestos?

R.- No se van a subir los impuestos, solo las tasas a las que Europa obliga, agua y basura. Lo he dicho en mi campaña electoral y lo que no se puede hacer es no cumplir con ello.


P.- Para intentar mejorar la situación, sí que se anunció que habría un acuerdo con el Gobierno de Aragón para venderle suelo y hacer VPO. ¿Cómo se encuentra ese convenio?

R.- Sí que vamos a hacer cosas, y lo que me interesa resaltar es que la cooperación DGA y Ayuntamiento después de la Expo va a continuar. Tanto la intención del presidente como la mía es actuar de manera conjunta y tratando de afrontar conjuntamente los problemas.


P.- ¿Cuándo tendrá lugar la próxima comisión bilateral?

R.- Nosotros solo hacemos comisiones cuando hay temas resueltos. Estoy convencido de que va a haber acuerdos antes de Navidad en temas importantes, pero tampoco me atrevo a decir más. El trabajo lo estamos haciendo ahora.


P.- Con esta situación de crisis y sin mayoría, tendrá bastantes dificultades para aprobar los presupuestos municipales.

R.- No creo. Precisamente por la crisis. Estoy convencido de que todo el mundo en el Ayuntamiento tiene un alto sentido de la responsabilidad. Siempre que ha habido un tema importante, lo han apoyado.


P.- Los grupos de la oposición le exigen que las cuentas sean claras y transparentes, y que se presenten los desfases económicos de algunos proyectos…

R.- Tienen toda la razón y van a tener absoluta transparencia, aunque la mayor parte de las cosas no las hemos gestionado nosotros y lo ha hecho Expoagua. No obstante, todos los datos que tengamos y nos pidan se los enseñaremos.


P.- Hablando de algo más agradable y dejando a un lado la economía, ¿cuál es su valoración respecto al resultado de la Expo? No se ha llegado a la previsión inicial de 6,5 millones de visitas.

R.- Eso me importa bien poco, me preocupa que la gente esté razonablemente contenta. Prefiero cien veces que no lleguemos a esa cifra, a que cada día haya 120.000 personas y tengamos tres horas de cola. Lo verdaderamente importante es la alegría de los ciudadanos. Es maravilloso ver cómo, por ejemplo, se han hecho dueños de las riberas.


P.- ¿Realmente el Ayuntamiento podrá hacer frente al mantenimiento de tantas zonas verdes?

R.- Vamos a hacer una sociedad para intentar que tenga recursos propios y disminuyan el importe de mantenimiento. La sociedad pretende dos cosas: hacer vivo el Ebro y que genere recursos.


P.- En la post-Expo también preocupa el futuro del recinto de Ranillas, parece que la venta de los pabellones no está siendo tan rápida como se esperaba.

R.- Ya se había vendido el 56%, y un parque empresarial es rentable en el momento que llega al 50% de ocupación. Lo ideal es que en tres años esté funcionando, aunque los técnicos dicen que son necesarios cinco. Afortunadamente, ya están resueltos los temas del Pabellón Puente y la Torre del Agua. La post-Expo, desde ese punto de vista, no va a tener ningún problema.

 

P.- Lo que sí que se van a reutilizar seguro son los aparcamientos de la Expo, para Interpeñas y el rastro. ¿No debería utilizarse el recinto ferial, después de gastarse 6 millones de euros?


R.- Ahí irán en su momento todos los actos de este tipo, pero lo que ocurre es que Valdespartera todavía no está lleno de habitantes. El día que esté terminado y vivo, todos los inconvenientes que ponen los diversos organizadores desaparecerán.


P.-¿Y se descarta ya así por completo que el rastro vuelva a La Romareda?


R.- Hay que hablar. Si quieres negociar, hay que plantear todas las cosas. Habrá que hablar, negociar y llegar a acuerdos.


P.- Hablando de La Romareda, ¿cómo se encuentran las negociaciones para el nuevo campo de fútbol?


R.- El asunto del campo lo lleva el teniente de alcalde de Urbanismo, pero nuestro propósito es que participe la DGA, se incorpore el club, en el porcentaje que pueda, y que haya palcos que se puedan comprar y que determinen una parte importante de la financiación. Y creo que lo vamos a conseguir.


P.- Pero en su última comparencia pública, el presidente del club, Eduardo Bandrés, no quiso mojarse mucho en la financiación...


R.-No se mojó, es verdad. Es un buen político aunque metido ahora a presidente de un equipo de fútbol, y supongo que jugará sus cartas en la negociación. Pero habrá negociación, seguro. Lo único discutible será la cuantía, pero al club le interesa.