EL PABELLÓN DE... ASTURIAS

Un paraíso con buena planta

Macro y micro. De la grandiosidad de los paisajes al detalle de la enorme variedad vegetal con que la abundancia de agua obsequia al Principado, Asturias tiñe de verde su presencia en la Expo. Además, una instalación repasa los ingenios humanos aplicados al agua.

Samuel Negredo (HERALDO.es)

Nada más que medio centenar de kilómetros separan las cumbres asturianas del mar Cantábrico, pero los paisajes del Principado dan para mucho. Bajo una cubierta ondulante de círculos, que pueden recordar tanto a las olas del mar y el curso de los ríos como a un recinto de estética pop, Asturias presenta las especies vegetales que inundan sus tierras, sus paisajes más espectaculares y los ingenios que han permitido sacar partido al agua a través de los siglos.


El Principado de Asturias, todo un "paraíso natural", cuenta con cinco espacios naturales declarados Reservas de la Biosfera: los siete concejos de la comarca Oscos-Eo se han unido recientemente al afamado Parque Nacional de los Picos de Europa y a los Parques Naturales de Somiedo, Redes, y las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Con esta materia prima, esta Comunidad lo tenía fácil para mostrar su cara más verde.


La esquina audiovisual es un mirador a los paisajes más espectaculares de una tierra fértil y agraciada con lagos, estanques, bosques y montañas; un Principado en el que las personas conviven con osos, lobos y urogallos. Las panorámicas y las flores compiten con los vídeos por la atención del visitante.


El ingenio hidráulico reúne en un mismo espacio tres etapas de la evolución en el aprovechamiento del agua por el hombre. Con una ambientación que combina óxido y madera, los visitantes pueden ver en acción recreaciones mecánicas de estos inventos que han contribuido al progreso de los pueblos.


En primer lugar fue la noria, que no es otra cosa que la aplicación de la rueda al agua. Posteriormente, la máquina de vapor estuvo especialmente relacionada con el Principado de Asturias gracias a su aplicación a la minería. Más recientemente, el agua es manantial de energía al pasar por las turbinas de las centrales hidroeléctricas.


Los amantes de la botánica encontrarán tierra donde pisar en el pabellón asturiano. Cada una de las regiones naturales del Principado está representada por una maceta que contiene una especie vegetal característica. El visitante curioso encontrará un pequeño contratiempo: la rotulación indica de dónde viene cada una, pero no de qué es.


Este pabellón salpicado de botellas de sidra y apetecibles manzanas verdes -se ven pero no se tocan- es de visita rápida, casi sin detenerse, pero en el enorme mostrador facilitan toda la información necesaria para pasar unas vacaciones 'a la asturiana', junto con un folleto de fantástica edición sobre los secretos del agua en la comarca oriental de la Comunidad, en el que la belleza de las palabras multiplica el poder evocador de las imágenes.