GUÍA GASTRONÓMICA I

¿Dónde comemos hoy?

Dejando de lado los restaurantes españoles, los de comida rápida y los quioscos, nos centramos en los platos extranjeros más exquisitos que nos ofrecen los pabellones. Una primera entrega de una sabrosa guía de restaurantes. Hoy, los de la primera planta son nuestra sugerencia.

Desde la plaza Aragón comenzamos el recorrido, el primer restaurante que encontramos es el del pabellón japonés, “Yashima”, donde recomiendan el sushi entre todas sus especialidades. Si quiere un plato para compartir, el tempura gozen, o el sushi gozen son dos aperitivos perfectos. Y de segundo plato podrá elegir entre arroz, pescado, carnes, frituras y sushi variado. Los precios van desde los 4 euros de un rollo de pepino hasta los 38 de un yashima gozen. El horario de apertura al público es de 12.00 a 15.30, y por las noches de 20.00 a 23.30. Suele estar siempre completo por lo que es recomendable reservar, sobre todo por las noches.


Seguimos caminando hasta el contiguo pabellón francés. La decoración es sencilla y moderna con muebles transparentes y ramas verdes que le dan el toque de color. Tienen carta y además dos menús. “Decomerte” es el del mediodía y ofrece cuatro platos. Una crema de calabacín para empezar, salmón a la plancha, gratinado de espacies y frutas de temporada, y un café con ‘petit four’. Ronda los 30 euros. Mientras que el menú que se sirve por las noches es el “Degustación”. El precio asciende a 45 euros, pero los platos también van en aumento, hasta seis: Carpaccio de salmón, confit de pato con puré de alubias, dorada a la plancha con salsa de cacahuete e hinojo laminado, magret de pato al horno sobre mermelada de berenjena, doble de chocolate con crocanti y mousse, y café con ‘petit four’ para concluir. Destaca la gran carta de vinos franceses que tienen, en la que se puede escoger desde un vino de Bordeaux de 15 euros la botella, hasta un Chateau Malengin de 77. El horario en el que se pueden degustar estas exquisiteces es de 12.30 a 17.00 y de 19.30 a 00.00. Caben hasta 100 personas y normalmente no se aceptan reservas.


Pero si lo que prefiere es picar entre horas, lo mejor son las tres siguientes sugerencias. Aterrizamos en el restaurante polaco en el que solo unos pocos afortunados podrán disfrutar de sus platos ya que solo tiene 9 mesas. Sin embargo, su amplio horario, de 10 a 00.00, hace más escalonadas las visitas. Las horas de más afluencia son de 13.00 a 18.00. Las empanadillas y croquetas son de lo más demandado, aunque también tienen platos más contundentes como pato ahumado con pera cocida en vino blanco y cerezas caramelizadas, o carne de cordero estofada con aroma de hierbas polacas y patatas de horno con zanahoria. Los precios van desde los 6 euros de una crema de cangrejo hasta los 26 del plato de cordero.


Cambiando totalmente de estilo, nos encontramos con el restaurante Tadeor del pabellón indio. Allí, cerca de 50 personas pueden comer delicias culinarias hindúes mientras observa el bazar del pabellón, desde las 12.30 hasta la noche. Entre lo más demandado de la carta está el pollo con curry y la mixtura de aperitivos. Si se le atraganta el picante, pida de postre un helado hindú de mango.


Continuando con las especias, entramos en “Contramar”, el restaurante mexicano de la muestra. Todos los días pasan por aquí cerca de 1.300 personas, lo que confirma que sus platos han sido bien aceptados entre los visitantes. Y no es para menos, ya que fusionan la cocina mexicana y la española con productos de ambos países. El plato estrella son las tostas de atún, así como el fideo costeño con marisco, o el filete de pescado a la talla con salsa de chile con guacamole y frijoles. Los precios de los platos van desde los 10 euros hasta los 16. La cocina está abierta de 13.00 a una de la mañana y se puede cenar en la terraza. Aunque vea colas a la entrada, no se desanime porque no suelen haber mucho rato de espera. Y no olvide pedirse alguno de sus famosos cócteles. El servicio es uno de los puntos fuertes de este espacio.


Pasamos al otro lado de los pabellones y nos encontramos con “Dolce Italia”, la marca de restaurantes que el país italiano lleva a las Exposiciones a las que acude. Allí sus chefs recomiendan la brandada de bacalao con aceite de oliva, el risoteo carneroli “Gallo”, y la caldereta de ternera a la Sabatini. Todos ellos van desde los 13 a los 18 euros. Aunque fuera de las sugerencias tiene más opciones. Pero no deje de probar el tiramisú casero que se deshará prácticamente en su boca. Tienen capacidad para 65 personas y su horario es de 13.00 a 16.30 y por las tardes de 20.00 a 23.30.


No podíamos dejar de mencionar el restaurante uruguayo que con sus carnes a la parrilla ha conquistado los paladares más selectos. El menú latinoamericano que anuncian puede tumbar a cualquiera. Comienzan con un plato suave, una empanadilla “mate” o ensalada “pradera”, continúa con colita de cuadril o pierna de cordero, sigue con papa al plomo o ensalada mixta con cebollas confitadas al Tannant, y de postre un plato de frutas frescas o un flan de dulce de leche, todo por 45 euros. El punto de la carne es la especialidad en este lugar donde se cocina fundamentalmente a la parrilla, de ahí su nombre “Uruguay natural”. El comedor tiene capacidad hasta para 315 personas y se puede reservar. Su horario es de 12.30 a 16.30 y de 20.30 a 00.00. Las noches suelen ser más tranquilas.


En la próxima entrega, los pabellones de la planta baja de la Avenida 2008.