Los veinte inmigrantes que ocuparon una nave agrícola en Épila la abandonan motu proprio

La veintena de inmigrantes de origen rumano y búlgaro que ocuparon la semana pasada una nave agrícola en Épila abandonaron ayer por la mañana las instalaciones motu proprio. El día anterior, los agentes de la Guardia Civil habían desalojado otra nave y varias casetas en La Almunia y estaban pendientes de la orden del juzgado para hacer lo mismo con las instalaciones de Épila.

Según informó ayer Benedicto Laborda, responsable de la finca, cuando llegó por la mañana a la nave, los inmigrantes estaban metiendo algunas cosas en los coches y una furgoneta y abandonaban el lugar. Por la tarde, cuando regresó, estos ya habían marchado y tan solo quedaban algunos viejos colchones y otros objetos.

"Han dejado algunas cosas como un frigorífico y varios colchones", apuntó Benedicto, que aseguró que no había vuelto a verlos por el pueblo. No obstante, de momento, el responsable de la finca insiste en que, de momento, no la va a tabicar por si vuelven por sus cosas, pero que sí lo hará más adelante.

Los rumanos ocuparon esta nave la pasada semana y el día 13 de agosto, el responsable puso una denuncia ante el Juzgado de Instrucción número 2 de La Almunia. Precisamente, estaba previsto que ayer los agentes de la Guardia Civil recibieran la orden para desalojar las instalaciones.

Los propios inmigrantes aseguraron a este periódico el pasado martes que si no encontraban trabajo, abandonarían el lugar e irían hacia Valencia. No obstante, quizás su decisión se viera precipitada después de que un grupo de inmigrantes fuera desalojado de otra nave en La Almunia.

En esta ocasión, el propietario solicitó su desalojo y una excavadora del Ayuntamiento ayudó a derribar las casetas para evitar que volvieran a ocuparlas. Según informaron fuentes municipales, estos lugares "no tenían condiciones de habitabilidad" y podían ser un peligro.