PABELLONES

Un continente de colores

El pabellón del África subsahariana llama la atención por su curiosa fachada hecha a base de pequeños paneles que unidos dibujan siluetas y paisajes. Pero por dentro no es menos sorprendente, quizás más austero que otros, resulta un lugar ideal para darse un paseo sin prisas.

En este espacio, trece países africanos han traído lo más destacado de sus culturas y muestran su especial relación con el agua. En algunos territorios, ésta brilla por su ausencia, mientras que en otros provoca inundaciones catastróficas que movilizan a miles de personas. El arte africano está presente a lo largo de todo el recorrido, tanto en esculturas y piezas decorativas, como con diversas músicas tradicionales. También encontrará múltiples regalos étnicos perfectos para la casa, o abalorios hechos de conchas y madera.


Nada más entrar, está Sudáfrica, el único país que posee una sala aparte. En él, una pantalla semicircular explica los problemas que ha tenido el país con el agua a lo largo de diferentes épocas. También se exponen algunos objetos curiosos como fósiles de peces, o cántaros donde se suele guardar el agua. La tienda de regalos posee objetos de decoración dignos de las mejores tiendas de diseño.


El resto del pabellón se divide en pequeñas zonas, cada una destinada a los demás países que han podido venir a la muestra. El espacio ocupado por Namibia, decorado en tonos tierra, recuerda al desierto que puebla gran parte de este país, el más árido de África subsahariana. En él se exponen diversas maneras de almacenaje y transporte de agua desde tiempos ancestrales.


Mozambique, por el contrario, es un país que sufre muchas inundaciones, y al que el cambio climático afectará en gran medida. Actualmente se está llevando a cabo el reasentamiento de más de 280.000 personas afectadas por las inundaciones de 2007.


El Nilo nutre de agua a una gran parte del territorio de Sudán, lo que ha formado diversos paisajes como las Pirámides de Meroe. En el pabellón se exponen algunos de los sistemas para conseguir agua que se utilizan allí, como bombas hidráulicas de madera.


En Kenia, lo que llama la atención es una reproducción de un Molo, un hombre de pequeña estatura que forma parte de una tribu que continúa viviendo con tradiciones neolíticas. Actualmente solo son 250 miembros y está en peligro de extinción. Además, el techo del pabellón esta cubierto de rosas, ya que la producción florística es muy destacada en la zona.


El turístico Tanzania posee uno de los paisajes más variopintos de África, con el Serengeti, el Kilimanjaro y el lago Tanganika. Al no poderlos trasladar hasta Zaragoza, han traído figuras y tallas de madera típicas del país.


Sorprende Etiopía que se ha centrado en el desfase del calendario que se sigue en el país debido a diferentes interpretaciones del año del nacimiento de Cristo. Por eso, actualmente los cristianos etíopes viven en el 2000, mientras que los musulmanes están en el 1429. Además, destaca el esqueleto del homínido Lucy, uno de los más antiguos encontrados, que fueron hallados en 1974 en el valle de Awash.


En Níger se ha instalado una tienda similar a las que se usan en el desierto, con una lona blanca y esterillas en el suelo donde se puede hacer un alto en el camino para coger fuerzas. A su lado está Mali, cubierto en un 60% por desierto. Según los expertos del país, la arquitectura occidental ha tomado influencias de las construcciones malienses para llevar a cabo obras de apariencia orgánica como pueden ser la Sagrada Familia de Gaudí.


Uganda, a pesar de las guerras que ha sufrido, es un país con una gran riqueza. El pabellón se ha diseñado en colores azules y está decorado con peces gigantes de cartón, simulando que está debajo del agua. Cabo Verde sorprende por su colorido y sus sistemas de riego para los diferentes cultivos de la zona: Maíz, tomates, plátanos o papayas.


El espacio destinado a Camerún ha sido bien aprovechado dividiéndolo en varios tramos. Allí se pueden ver diversos artículos usados para la pesca. Además, hacen degustaciones de café. A su vera, Guinea Ecuatorial ha reconstruido lo que sería una típica “Casa de la palabra”, en la que se reúne la gente de los pueblos para dar consejos y ejercer la justicia social. En la Expo se usa para descansar o para probar algún juego tradicional del país. Senegal destaca por su originalidad, ya que ha instalado tumbonas donde se puede escuchar música de diversos tipos en unos cascos adaptados para ello. Además, hay unos tambores a disposición de los visitantes que se atrevan a tocarlos bajo la mirada de los expertos músicos nativos.


Además, todas las semanas, un país es el encargado de llevar actuaciones musicales al pabellón. Cada día se hacen ocho sesiones de 15 minutos de duración y que atraen a una gran cantidad de público. Los horarios son: 11.00, 12.00, 13.00, 16.30, 18.00, 19.00, 20.00 y 21.00.


No puede perderse la tienda de regalos que se encuentra al final del pabellón y que tiene un surtido de loas mejores artesanías de cada país.