EL PABELLÓN DE... TÚNEZ

Mil años de historia de amor

El pequeño estado tunecino concentra en su territorio más de mil años de historia sobre la gestión eficaz del agua, su bien más preciado. Junto al aprovechamiento de los recursos hídricos, el pabellón de este país mediterráneo ofrece al visitante la posibilidad de tomar un refrescante té a la menta, descubrir su rica artesanía o recordar cómo era Tatooine, el planeta de Luke Skywalker.


La República Tunecina es un pequeño estado mediterráneo de 164.000 kilómetros cuadrados de extensión. Situado frente a la isla italiana de Sicilia, su historia se ha visto inevitablemente marcada por las grandes culturas universales que han habitado esas tierras. Cuna de Aníbal y territorio de la gran Cartago, conquistado por romanos y vivido por musulmanes, el territorio de Túnez cuenta hoy con un gran un patrimonio arquitectónico de obras creadas para recoger y gestionar el agua, su recurso más valioso.


La escasez de agua algo es familiar para los tunecinos que la consideran de gran valor para la agricultura y la subsistencia. Por ello, este país muestra maquetas e imágenes de cisternas, acueductos y otras obras de almacenamiento y distribución del agua, realizadas por los hombres que habitaron sus tierras a lo largo de los siglos.


La plaza central tiene un inexcusable protagonista, el oasis, fundamental para la vida en el desierto, una esperanza verde entre las dunas. Gafsa, Tozeur, Nefta o Gabés, son santuarios del agua. Estos oasis conservan todavía la administración rigurosa y comunitaria del agua. Un ejemplo de sostenibilidad para el mundo actual.


Junto a la gestión del agua, el visitante que deambula por el pabellón tunecino puede aprender mucho sobre la artesanía del país ya que expertos orfebres trabajan el cobre y la plata ante la atónita mirada de los turistas. Para aquellos que desean llevarse un trocito de Túnez a casa, en un pequeño bazar se pueden encontrar “rosas del desierto”, bellísimas jaulas de pájaros y esencias naturales, junto a cerámica y muchas otras cosas curiosas.


Además, el espacio de Túnez es también un pequeño museo de obras de arte donde exponen conocidos artistas tunecinos como Sadika Keskés que presntó sus obras de vídrio soplado en la muestra.


Como saben muchos seguidores de la saga “La guerra de las galaxias”, Taooine se encuentra en Túnez y, desde el pasado 14 de junio, también en Zaragoza, ya que en la segunda sala del pabellón se puede admirar un mosaico de los alcázares y viviendas prehistóricas que maravillaron a George Lucas y fueron el escenario donde se crió Skywalker.


Para finalizar la visita, una pequeña cafetería árabe que cuenta con simpatiquísimos camareros hace las delicias de aquellos que deseen pro bar el refrescante té a la menta caliente (porque de otra forma no refresca), baklawas con almendras o café árabe.