TRÁFICO

Los cuatro zaragozanos muertos en Castellón chocaron contra un coche que invadió su carril

Uno de los fallecidos acababa de hacer el mismo viaje con sus hijas y había vuelto a buscar a su mujer y sus suegros

Cuatro miembros de una misma familia de Zaragoza -un matrimonio y los padres de ella- murieron a última hora del lunes en un brutal accidente de tráfico ocurrido en la N-340 a la altura del municipio castellonense de Oropesa. Uno de los fallecidos acababa de hacer el mismo recorrido con sus hijas y con su nieto para llevarlas al apartamento en el que estaban veraneando. Después había vuelto a buscar a su mujer y a sus suegros, pero en ese segundo trayecto chocó de frente contra otro turismo que invadió el sentido contrario.


La colisión fue tan violenta que los Bomberos tardaron más de una hora en rescatar los cuerpos de los cinco ocupantes de los vehículos, que murieron en el acto. La Guardia Civil investiga las causas por las que J. J. A. C., de 40 años y vecino de Valencia, se desvió de su trayectoria, cruzó un carril de aceleración intermedio y acabó abalanzándose sobre el automóvil en el que viajaba la familia de zaragozanos.


Los fallecidos son el matrimonio formado por Ricardo Izquierdo Planas y Mari Luz Vale Martínez, de 56 y 53 años respectivamente, y los padres de ella, Dionisio Vale Mañez y Julia Martínez Delgado, de 80 y 78. Todos ellos eran vecinos de la capital aragonesa y se encontraban disfrutando de unas vacaciones en un apartamento alquilado en la localidad de Torreblanca. Junto a ellos estaban pasando unos días las dos hijas del matrimonio más joven y el hijo de una de ellas, que tiene apenas dos años.


Según explicaron tanto allegados a las víctimas como el alcalde de Torreblanca, José Manuel Peraire, el lunes por la tarde el grupo acudió al municipio vecino de Oropesa, al parecer, para visitar el complejo Marina d'Or. Como los siete miembros de la familia no cabían en el coche -un Daewo Nubira-, a la hora de regresar el conductor hizo un primer viaje a Torreblanca con sus dos hijas y su nieto. Tras dejarlas en el apartamento, regresó a Oropesa y recogió a su mujer y sus suegros. Fue al volver de ese nuevo trayecto, en torno a las 22.55, cuando ocurrió la tragedia.


El accidente se produjo en el kilómetro 996 de la N-340, a la altura de una conexión entre la nacional y la autopista AP-7 situada a unos dos kilómetros del casco urbano de Oropesa. El turismo en el que viajaban los cuatro zaragozanos circulaba en sentido Barcelona cuando un Audi A4 que iba hacia Valencia invadió la dirección contraria saltándose antes un carril intermedio de aceleración.


Se trata de un tramo de carretera recto y bien iluminado, y el estado en el que quedaron los dos vehículos demuestra que al menos uno de ellos circulaba a gran velocidad. A lo largo de la jornada de ayer aparecieron distintas informaciones al respecto -desde que el conductor que invadió el sentido contrario era un suicida hasta que circulaba desnudo de cintura para abajo o que se equivocó con la salida de la autopista-, pero las causas exactas del siniestro todavía se están investigando. Tras las primeras diligencias judiciales, se realizará un informe técnico que también será enviado al juzgado que lleva el caso. No obstante, la Guardia Civil sí indicó que no hay indicios que apunten a que el accidente se debió a un kamikaze.


Traslado a Zaragoza


Los cuerpos de los cuatro zaragozanos fallecidos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense de Castellón, donde se les practicaron las correspondientes autopsias. Posteriormente, ya en la tarde de ayer, viajaron hasta la capital aragonesa, donde hoy serán incinerados.


Según fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias de Castellón, al lugar del accidente se desplazaron una ambulancia del SAMU, un soporte vital básico, seis bomberos y un camión autobomba del parque de Oropesa y un furgón de salvamento que ayudó a rescatar a las víctimas. La nacional N-340 estuvo cortada durante los primeros minutos, pero luego se dio paso alternativo.