ZARAGOZA

Detenidas seis personas por el secuestro en abril de un empresario zaragozano

La Policía ha detenido en Zaragoza a seis personas acusadas del secuestro del empresario zaragozano José Luis M., hecho que sucedió a primeros de abril y por cuya liberación podrían haber recibido 150.000 euros, según las investigaciones. Dos de los arrestados, Diego A. y Ricardo R. están en prisión, mientras que los otros cuatro, Pedro A. C., Aurelio F., José Tomás L. M. y José O. B. han sido puesto en libertad con cargos.


El secuestro se produjo el pasado 2 de abril. Ese día, el empresario regresaba de Sástago de vender un vehículo cuando se dirigió a la fábrica de pieles que posee en la calle de Arias. En la puerta, y según el testimonio de José Luis M., dos de los acusados, José O. B. y Pedro A. V., le ofrecieron un negocio que rechazó. Acto seguido, al intentar activar la alarma, recibió un puñetazo y fue encapuchado e insultado. De la tienda, los delincuentes sustrajeron una veintena de prendas, la mayoría de visón.


Los secuestradores intentaron forzar la caja fuerte y, mientras le demostraban conocer un gran número de detalles de su familia, amenazaron con asesinarle a él, a su hijo y a la niñera de este. A continuación fue introducido en el BMW de su propiedad y trasladado a una nave. A pesar de ir encapuchado y maniatado, José Luis M. se dio cuenta de que los delincuentes tomaron el desvío de El Sabinar, en Épila y, tras 25 minutos de camino, llegaron a una nave. Más tarde se descubrió que está situada en Urrea de Jalón. Durante su estancia, dejó sus huellas en una motocicleta para que la Policía las encontrara después.


Horas después, la banda lo llevó a su casa, en Montecanal, y robaron dinero y joyas. Luego lo dejaron libre con la advertencia de que al día siguiente les diese más dinero. La entrega se hizo en el Castillo Palomar y el receptor del dinero era un hombre de unos 2 metros de altura con acento del este. Sin embargo, dijo que el resto de la banda (que son quinquis) tiene un acento parecido al caló. La pista para desentrañar los hechos la dio el empresario, que dijo haber visto en su BMW unos enseres con el logo de la gasolinera Zoilo Ríos.


La defensa de los acusados, Javier Notivoli, Carmen Sánchez y Pedro Garcés no quisieron hacer declaraciones. La acusación la ejerce José Luis Melguizo.