PABELLÓN DE CHINA

Progreso y tradición "made in China"

La fusión del pasado con el futuro marca una constante en el recorrido por el pabellón de China. Como no podía ser menos, el país de la Gran Muralla muestra en la Expo 2008 su relación con el agua a través una cultura milenaria.

Un gran mapa de los ríos que cruzan el país recibe al visitante a la entrada del pabellón cuya fachada no pasa desapercibida para los turistas puesto que está decorada en tonos rojos, color representativo del país.


¿Quién no ha oído hablar alguna vez de los ríos de China? El Yangtsé o el río Amarillo son conocidos por todo el mundo. Sus proporciones y su caudal son dignos del tamaño del país por donde fluyen en su recorrido. Como explican las azafatas del pabellón, “el pueblo chino, con una herencia histórica de 5.000 años, adora, teme y toma en consideración el agua”. En su pabellón han querido mostrar la armonía que debería existir entre el ser humano y el líquido elemento y para ello han dividido los más de 1.200 metros cuadrados con los que cuentan en esta exposición en cinco áreas temáticas.


La primera parte. Habla de la relación de China con el agua. Más de 9,6 millones de kilómetros cuadrados de este gran estado están recorridos por los ríos y los lagos. Y en algunas ocasiones la fuerza del agua ha causado desgracias entre la población. Un reloj electrónico muestra las fechas de las grandes inundaciones que han asolado distintos lugares del país.


La segunda parte del pabellón muestra como la civilización ha luchado por contener y evitar los desastres naturales y como durante miles de años, los chinos se han relacionado con sus ríos y mares y han aprovechado los cursos de agua para comunicarse y comerciar, como con la “Ruta marítima de la seda” que unía el sudeste de Asia, África y los países mediterráneos. Además un extraño aparato muestra los acordes de un instrumento tradicional que podemos hacer sonar sin mucho esfuerzo y a través de la tecnología


Muy interesantes son los dos vídeos que se proyectan en la sala de documentales. Esférica, blanca y minimalista. Un de ellos, de ocho minutos de duración representa la búsqueda de la armonía del ser humano con el agua en un ejercicio visual lleno de sensibilidad y arte en el que no se olvidan los rasgos característicos de la China de hoy. La música, como las imágenes fluye desde los acordes tradicionales de la música china hasta los coros de niños cantando una popular melodía en ingles. Un paradigma de la situación actual del país, entre el progreso y las tradiciones.


Una báscula que muestra la cantidad de agua que hay en nuestro cuerpo es el centro de la penúltima estancia visible del pabellón. Una buena forma de explicar que la vida surge de este líquido.


Y para finalizar, como no podía ser menos, la promoción también está presente en la Expo. Varios acontecimientos centran la atención del mundo en este país. Los juegos olímpicos de Pekín que comienzan en agosto y cuyas mascotas están presentes en forma de peluches y la Exposición Universal se Shanghái que acaparará la atención del planeta en 2010 y cuya mascota,“primo de Fluvi” por su diseño, atrae la atención de los más pequeños.


Para quienes son adictos a las compras y la artesanía. Por 10 euros es posible llevarse un abanico típico con su nombre en chino.