ZARAGOZA

La telemedicina ahorra hasta 15 minutos por consulta a los pacientes con marcapasos

El Servet ha implantado ya sistemas para controlar a los enfermos desde su casa. Es vital informatizar toda la red sanitaria.

Corazones que van más deprisa de lo normal, o más despacio, o que, simplemente, tienen muy poca fuerza. Casi todos ellos acaban teniendo un marcapasos como compañero de viaje que, en función del problema, actúa ayudándoles a bombear más deprisa, a frenar su taquicardia o a 'resincronizarlos' dotándoles de más fuerza.


Doscientos expertos se reúnen desde ayer en Zaragoza para abordar avances, nuevos mecanismos de control de estos pacientes y poner en común experiencias y conocimientos. Todo ello dentro de la XXIV reunión de primavera de la sección de estimulación cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología.


Según concretó el doctor Jesús de Juan, cardiólogo del Miguel Servet de Zaragoza y organizador de la reunión, en este hospital se ponen anualmente unos 700 marcapasos, a los que hay que sumar los que colocan en Aragón también el Clínico Universitario Lozano Blesa y el Obispo Polanco de Teruel. Sobre esto, José Martínez Ferrer, presidente de la sección de Estimulación Cardiaca de la Sociedad, anadió que el Servet es uno de los centros nacionales con mayor volumen de trabajo en este campo.


De Juan concretó que en este hospital se trabaja ya con una empresa para el control transtelefónico de estimulación cardiaca. Es decir, hoy por hoy, es posible supervisar al paciente aunque esté en su casa. Destacaron, eso sí, que esto no puede sustituir en ningún caso a las visitas bis a bis entre el enfermo y el especialista.


¿Cómo se logra esto? El médico se conecta a internet y, atendiendo a unos parámetros, puede saber si la situación de su paciente es normal. "En caso de que no sea así, le citamos cuanto antes para que venga a consulta. Hay que dejar claro que esto no es un sistema de emergencia, sino de control", añadió De Juan.


Para conseguir que el mayor número posible de población se beneficie de estos avances, los cardiólogos insistieron en que es necesario que la telemedicina llegue a todo el territorio aragonés (ya hay un plan en marcha). Añadieron que esta tecnología ayuda a "gestionar de otra manera las listas de espera" y reduce gastos -por ejemplo, por el traslado en ambulancia-, y bajas o permisos en el trabajo.


Además, es más cómodo para pacientes mayores que viven en pueblos aislados, jóvenes con una ajetreada vida o pacientes muy graves, como los que están esperando un trasplante de corazón.


El ahorro de tiempo no es tampoco despreciable. José Martínez concretó que, según estudios llevados a cabo, hacer una revisión presencial acarrea 21 minutos de media, mientras que una domiciliaria de este tipo solo cuesta unos 5 minutos y medio.


"El futuro y el presente están en este tipo de Medicina. Son sistemas que no pueden ni deben sustituir el contacto entre médico y paciente, lo que sería un error, pero pueden ayudar mucho", destacaron ambos especialistas.


El precio de un marcapasos varía según las funciones que desempeña, y puede oscilar entre los 3.000 y los 27.000 euros.