EXPO 2008

La Expo trabaja contra reloj para recibir a 20.000 personas en la prueba del 5 de junio

El Anfiteatro 43 y la plaza de Agua Extrema, entre otras edificaciones, van muy justos con los plazos de entrega.

A tan solo 13 días del primer ensayo con público, que meterá a 20.000 personas en una simulación muy realista de lo que serán tres meses de actividad incesante (el día 8 hay una segunda prueba, con el doble de 'extras'), las obras de la Expo van a toda velocidad… pero el tiempo se echa encima y todavía queda mucho por hacer, muchos detalles por pulir. Esa es la conclusión a la que se llega al pasear por el recinto de Ranillas. La vuelta al ruedo, que de hacerse en un coso taurino generaría división de opiniones, arroja un rosario de incógnitas que tienen el denominador común en otra pregunta: ¿se llegará a tiempo?


Hoy comienza la semana de la prensa y, con ella, las visitas guiadas por las obras para los profesionales de la información. No todo está para que lo vean ojos críticos. Ayer por la tarde era evidente que los responsables de algunas de las edificaciones van a tener que correr mucho, empezando por la suciedad, que aunque sea lógica a estas alturas de juego, causará una fuerte impresión a los visitantes que lleguen hoy. El Pabellón de España es el más acabado de entre los correspondientes a territorios nacionales o autonómicos. Ya se han adecentado sus alrededores -baldosas en su sitio, material de desecho recogido- y ostenta el título de pabellón más "enseñable", junto al exterior del edificio de África Subsahariana -destacan las lamas plateadas que adornan la fachada, en la que ya se lee Sudáfrica y Namibia-, con su zona de restaurantes en la planta calle.


Hay pocas fachadas listas. Malasia, Corea, Bulgaria y Rusia, por ejemplo, las tienen más avanzadas. Lo mismo ocurre con el de Ibercaja (bautizado Ibernostrum) en la zona de los pabellones empresariales. Los retoques -últimas capas de pintura, mobiliario- quedarán para los últimos días.


La plaza frente al Palacio de Congresos, sobre la que corre la telecabina, también va tomando forma. Sin embargo, a su vera -junto al río- tiene el Anfiteatro 43, el lugar que va a albergar los espectáculos musicales de mayor enjundia de la Expo, con la salvedad de los tres conciertos de la Feria de Muestras (Dylan, Bunbury y Gloria Estefan) y el "calentamiento" con Amaral en el Príncipe Felipe. A tan pocos días de su puesta en marcha, el espacio dista mucho aún de ofrecer garantías plenas de operatividad. Se estrena el día 14 de junio, con una noche de pop mexicano que protagonizan las estrellas juveniles Jesse y Joy, el polifacético Aleks Syntek y Susana Zabaleta.


La gigantesca mole del Pabellón Puente sigue su ritmo. Dentro se adivina aún mucho vacío: por fuera, impresiona. Las plazas temáticas viven realidades dispares. Mientras que Sed está camino de saciarse, el Agua Extrema aún pule detalles de su segunda piel, la cubierta, con el interior ya completo. El Faro sigue protegido contra las inclemencias del tiempo, bastante agresivas con su recubrimiento arcilloso. Oikos, el espacio consagrado al agua y la energía, está terminado, con su molinillo de viento como foco de atención. Agua Compartida ha acumulado un pequeña demora, que obligará a apretar el paso, e Inspiraciones Acuáticas también debe afianzar su estructura.


Los quioscos-bar situados entre pabellones se adecentaban ayer, mientras iba desapareciendo el suelo poroso de protección en toda la obra. Los ánimos están calientes: menudeaban las broncas entre los obreros. Al fondo, la Torre del Agua lo vigilaba todo en silencio. Sigue la cuenta atrás.