EXPO 2008

Aragón encarga una exposición múltiple de arte vanguardista

Los seis prismas del recinto mostrarán creaciones inéditas relativas al agua.

Una alusión a la sequía sintetizada en bronce; una cabeza congelada; un géiser en proyección; un homenaje a los temerarios navegantes de las pateras; el agua como ensoñación o la metáfora de la longevidad plasmada en el aprovechamiento de ese líquido incoloro, inodoro e insípido que vertebra conceptualmente la Expo 2008. Así, con arte (de vanguardia) y salero (aunque no se niegue la entrada al agua dulce) se nutre artísticamente el pabellón de Aragón. Su directora, Sara Alcázar, presentó ayer las seis obras que completarán el efecto del audiovisual de Carlos Saura y el resto de alicientes que poblarán en el interior del vistoso cesto aragonés en Ranillas.


El crítico de arte Fernando Castro, comisario de la muestra junto al galerista zaragozano Miguel Marcos, puntualizaba que "estas obras no pretenden aturdir. La idea es que actúen como pequeñas llamadas de atención, sin arbitrariedades. Llevamos un año dándole vueltas a todo esto. El empeño de Sara -Alcázar- era que la estética contemporánea se impusiera a los tópicos, que el artista expusiera su juicio estético para abrir la mente del espectador aunque, parafraseando a Al Gore, se mostrara una verdad incómoda".


Los seis artistas que presentan obras inéditas en este pabellón son el jiennense (afincado en Zaragoza) Ricardo Calero, el serrablés Javier Codesal, la irlandesa Clare Langan, el mallorquín Bernardí Roig, el chileno Fernando Prate y el portugués Baltazar Ramos. "Son artistas consolidados, y además hay un buen equilibrio entre la representación local y la global", dijo Castro, quien al buscar un denominador común a las seis obras acudió a un simbolismo rayano en lo onírico, y plasmado en una figura retórica, la epanadiplosis. "Todas las obras aluden a que soñamos a través del agua, y el agua sueña a través de nosotros".


Miguel Marcos, por su parte, recordó la importancia del aspecto lírico del agua, y la preocupación que siempre ha supuesto el elemento acuático para los artistas.


Las obras estarán en el interior de los prismas y se podrán ver a través de unas pequeñas ventanas. Con las proyecciones, se aprovecharán unas oquedades en la cara interior de los prismas para que sirvan de pantalla de proyección. En el caso de las "Longevidades", de Codesal, por ejemplo, se realizará una videoinstalación sincrónica de efectos muy vistosos.