EXPO 2008

Belloch invita a la ciudadanía a que no se pierda "el mayor espectáculo del mundo"

Confiesa que en estos momentos tiene más emoción que nervios, una vez superados "los pulsos" con la Administración para conseguir financiación para todos los proyectos vinculados al evento.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, invita a toda la ciudadanía a que no se pierda el "mayor espectáculo del mundo" que va a ser la Exposición Internacional del próximo verano, un acontecimiento, a su juicio, "absolutamente excepcional" que no verlo "sería un error de fondo".


En una entrevista concedida a falta de poco más de un mes para que se abran las puertas de la Expo, que inaugurarán los Reyes la noche del día 13 de junio, Belloch hace una valoración de lo que ha supuesto para la ciudad, que ha recibido una inversión que rondará los 2.250 millones de euros, además de los 700 destinados a la construcción del recinto Expo, y para la reflexión internacional en torno al debate del agua.


Confiesa que en estos momentos tiene más emoción que nervios, una vez superados "los pulsos" con la Administración para conseguir financiación para todos los proyectos vinculados al evento, incluido el azud del Ebro para hacer navegable el río y el Parque Metropolitano Luis Buñuel, que estarán terminados para el 14 de junio. En total más de 300 obras que han tenido que soportar los vecinos, a quienes pide disculpas y agradece su comportamiento.


Pregunta: ¿Qué le ha quitado el sueño?

Respuesta: La verdad, el dinero. Estaba todo bien proyectado y por eso han salido las cosas bien pero los pulsos para que la Administración General del Estado invirtiera todo lo que considerábamos oportuno no ha sido nada sencillo.


P: ¿De qué cifras se habla?

R: El recinto son 700 millones de euros y el conjunto de las obras de acompañamiento 2.250 millones, pero es igualmente relevante que se han generado casi 3 euros de inversión privada por cada euro de inversión pública.

En algunas cosas hemos adelantado 15 años pero otras no las hubiéramos tenido nunca. El puente de Javier Arenas jamás se hubiera hecho. El pabellón-puente de Zaha-Hadid, jamás, es exclusivamente por la Expo, y el meandro seguiría estando lleno de alcachofas y cultivos durante décadas. Hemos logrado un patrimonio para siempre.


P: ¿Serán tres meses de vorágine institucional o se lo tomará con calma?

R: Yo en general me tomo las cosas con calma. Más que enfadado o preocupado, todos tendremos mucho trabajo de acompañar gente, de actos protocolarios pero inexorables. Todos los días es el día de una nación, están los de las Comunidades autónomas e incluso de los barrios. Vendrán todos los alcaldes de España y mi obligación como alcalde es atenderlos o recibirlos. El día se sabe cuando empezará pero no cuando terminará. Espero que nos los distribuyamos (los actos) entre todos para que sea más llevadero. No voy a tener vacaciones, me las pediré después de las fiestas del Pilar.


P ¿Cree que la Expo (que tiene por lema Agua y Desarrollo Sostenible) y los debates que se van a celebrar contribuirán a serenar o racionalizar debate del agua?

R: ¡Ojalá!, lo que si es cierto es que la Tribuna del Agua servirá para ello porque no va tener una visión localista del problema sino universal. En una Exposición Internacional de ámbito universal no puedes pretender que gire en torno a un problema regional o local como pueda ser trasvase o no trasvase. No se si alguna comunidad autónoma tendrá la tentación en el ámbito estricto de su recinto intentar plantear sus propias tesis sobre la cuestión. Me parecería un error.


P: ¿Está satisfecho con la promoción que se ha hecho del evento?

R: A nivel nacional si y a internacional se ha seleccionado mucho pero quizá con criterio práctico. Los visitantes extranjeros a la Expo son de los países estrictos del entorno, por eso se ha centrado más en Francia, Italia, Reino Unido, Magreb y Portugal. Además se ha intentado introducir más comunicación televisiva de los actos fundamentales y hay 14.000 periodistas acreditados que durante tres meses va a hacer labor de promoción de la ciudad. La ciudad jamás podría haber logrado algo equivalente, por eso conviene insistir en que nos jugamos casi todo y todos tenemos una labor fundamental.


P: ¿Teme que la Expo pueda morir de éxito?

R: ¿Qué venga más gente de la prevista?. Ese es un riesgo porque en algunos fines de semana o los quince días últimos puede haber días que no quepamos más y haya que poner un semáforo en rojo. Por eso en esos días haremos más cosas en el conjunto de la ciudad. El propio parque podrá ser un desahogo. Ese riesgo es cierto que existe porque 25 hectáreas dan lo que dan de sí y 6,5 millones de visitas son muchas y si fueran de visitantes estaríamos muy apurados.


P. ¿Se siente arropado por la Corporación y la oposición o teme que empiece a cundir el nerviosismo?

R: La oposición empezará a criticar después de la clausura, antes no. Es el único pacto de Estado que ha funcionado pese a todos los procesos electorales y con consenso final de todas las administraciones implicadas y ese modelo continuará.


P: ¿Qué invitación se puede hacer para que vengan visitantes?

R: Es la primera Expo que tenemos desde la de Sevilla y pasarán muchas décadas para que en España cualquier ciudad pueda optar a otra Expo Internacional. Es un acontecimiento absolutamente excepcional que no ver sería un error de fondo porque no es como las demás Exposiciones solo lúdicas, sino que tiene una vertiente cultural importantísima, la primera monográfica y temática sobre el agua. Desde cualquier óptica, el espectáculo más interesante que se va a producir en esos tres meses es este. Los españoles solo pueden pasar sus vacaciones en Zaragoza o en su entorno; también tiene cerca el mar.


P: ¿Como llevamos el inglés?

R: Mal. Nadie pretende aprender inglés a base de una hora tres días a la semana. Lo que se trata es poder presentar a los visitantes lo esencial de la obra, el proceso y tener un inglés estrictamente adaptado a las necesidades de los actos propios de la Expo.