El recinto de la Expo estará casi blindado frente a los apagones durante los 93 días que permanezca abierto este verano. La compañía ERZ Endesa acabará a lo largo de este mes la infraestructura que garantizará al complejo disponer de hasta tres redes de suministro eléctrico, muy distanciadas entre sí y provenientes de diferentes subestaciones. Haría falta que tres excavadoras en otros tantos puntos de la ciudad seccionaran a la vez las conducciones para dejar sin luz los pabellones.

El director general de Endesa en Aragón, Jaime Gros, detalló ayer que en el plazo de un mes se completarán los casi 17 kilómetros de cableado de alta tensión, que cruzan la ciudad de punta a punta por el centro. Estarán conectadas con cuatro nuevas subestaciones, de que forma que se garantizará el suministro en caso de fallo en una de ellas gracias a la creación de esta red interconectada. "El riesgo de un apagón en la Expo es bajo. La red eléctrica está bastante mallada, por lo que podemos reconfigurar el suministro si hay averías", señaló.

Gros subrayó que, además de las inversiones, la compañía contará este verano con un refuerzo adicional de 100 técnicos para atender cualquier emergencia en el menor tiempo posible. De hecho, habrá escaso margen de sorpresa, puesto que se ha elaborado un plan integral de gestión de crisis específico para la muestra y se han analizado todas las necesidades técnicas y operativas

El máximo responsable de ERZ Endesa subrayó que la inversión enterrada en la capital ronda los 70 millones y supone adelantar las infraestructuras planificadas para el horizonte de 2012, lo que permite cubrir ya la demanda de un millón de habitantes. "Da una garantía de suministro tremenda a la ciudad", apostilló.

Con estas inversiones, se podrán atender puntas de consumo de hasta 2.000 megavatios en la comunidad, cuando ahora en verano se llega como máximo a 1.400. Solo la potencia contratada en los últimos seis años (2002-2007) en los hogares se ha disparado en 200 megavatios, de los cuales la mitad se ha debido a la instalación masiva de climatizadores.

Jaime Gros indicó que la Expo ha demandado 38 megavatios para cubrir la demanda en los momentos críticos de este verano, que desde hace un mes está garantizada con la conexión entre la nueva subestación de Los Leones con la construida en Ranillas (denominada Expo). También se ha tendido bajo tierra la segunda conducción, que parte de la subestación de Miraflores y cruza los paseos de Constitución y de Pamplona para llegar a Ranillas. Solo falta un tramo intermedio de un kilómetro, que se rematará a partir del lunes.

La red de suministro de la Expo se completa con una tercera conducción, de emergencia, que une las instalaciones de El Portillo con la subestación Río Ebro (junto al hotel Hiberus) por el puente del Tercer Milenio. Gros señaló que la semana pasada pidieron los permisos para tender "el tubo de cables" bajo el viaducto, que es la actuación "más difícil" por la coordinación que requiere entre distintas empresas de servicios. Según el director de Distribución de Endesa Aragón, Jesús Fumaral, a finales de mes se dispondrá de toda la infraestructura básica para someterla a un ensayo general, que a la compañía le hubiera gustado hacer antes y que se ha demorado hasta el último momento por las imposiciones municipales a la hora de abrir zanjas en la ciudad.

Las inversiones se completarán con la terminación de la subestación de El Portillo a fin de año y de la nueva línea de alta tensión entre Villanueva de Gállego y las instalaciones de Los Leones. También están pendientes las subestaciones del Arrabal y Las Delicias, con las que se pretende cubrir los nuevos desarrollos urbanísticos de la ciudad. "El horizonte de 2012 aún puede ser más largo, aunque se espera que el crecimiento de demanda sea sostenido", concluyó.