El cierre preventivo de quirófanos en el Servet deja unas 150 cirugías canceladas

Luz verde. Los resultados preliminares de los controles que ha llevado a cabo el servicio de Medicina Preventiva en los quirófanos de la Residencia General del Hospital Miguel Servet indican que estos pueden volver a funcionar. Esta zona estuvo expuesta al polvo de unas obras de reforma.

Se trata de doce salas de operaciones cerca de las que se llevó a cabo un cambio de suelo el pasado sábado y que han permanecido cerradas tres días, en concreto, desde el lunes. Las operaciones urgentes, oncológicas o los trasplantes se han derivado a otros quirófanos del mismo hospital, en el edificio multifuncional. Como consecuencia, en estos también han tenido que posponerse intervenciones, sobre todo de especialidades como cirugía estética y neurocirugía.

Fuentes del centro sanitario explicaron que debido a los resultados de los controles, la idea es reanudar la actividad cuanto antes y recuperar la normalidad completamente a lo largo de mañana, ya que hoy es imposible al tratarse de un día festivo.

En cualquier caso, no es la primera vez que unas obras interfieren en la rutina del centro sanitario poniendo en jaque sus medidas de seguridad. Esta vez se han cancelado unas 150 intervenciones, pero hay que sumarlas a las de otras ocasiones. Las intervenciones que ahora han quedado suspendidas se programarán a lo largo del mes de mayo, pero estos accidentes en el hospital están exasperando a los trabajadores. La junta de personal del centro sanitario informó ayer de que han acordado enviar una carta pidiendo explicaciones y "que se depuren responsabilidades".

"Enviamos la carta directamente al gerente del Servicio Aragonés de Salud porque aún no hemos recibido ningún tipo de contestación o atención por parte de la gerente de nuestro sector", subrayaron. Informaron, además, de que se enviará copia de la carta a la consejera de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón, Luisa Noeno.

La representante de esta cartera, por su parte, ha pedido al Servicio Aragonés de Salud -integrado en su departamento- que elabore un informe para explicar por qué la reparación de unas baldosas que se iba a llevar a cabo el sábado pasado culminó con doce quirófanos cerrados durante tantos días.

Algunos trabajadores insisten en que no solo la obra fue de mayor calado de lo previsto en un primer momento, sino que no contó con la debida supervisión de alguien que se preocupara por dejar bien aisladas de las obras las zonas más sensibles del hospital.

En este caso, los quirófanos deben seguir unos protocolos muy estrictos. Intervenir a un paciente si existe contaminación ambiental puede suponer que sea presa de una infección nosocomial (derivada de su paso por el quirófano) que puede causar, incluso, su fallecimiento.

"Imprevisión y mala costumbre"

Especialmente duro fue ayer el portavoz de Sanidad del PP en Aragón, Ricardo Canals. Él valoró que "la imprevisión del Gobierno roza la negligencia" e insistió en que "los fallos de gestión de la consejera los vuelven a pagar los usuarios".

El diputado recordó que durante los últimos años han sido numerosas las ocasiones en las que se han tenido que cerrar los quirófanos por insalubridad, convirtiéndose en una "mala costumbre", "cuando debería cumplirse a rajatabla un protocolo donde se garantice la continuidad de un servicio tan estratégico, aunque el edificio esté en obras".

"No estamos ante una situación puntual, sino ante una reiteración de fallos que evidencian una gestión más que deficiente que se alarga en los años, sin que los responsables de la coalición PSOE-PAR asuman estos fallos y, mucho menos, ataquen el problema con remedios y soluciones efectivas", añadió. El portavoz presentará un conjunto de preguntas parlamentarias a la consejera sobre el grado de cumplimiento de las acciones de previsión que se debían haber tomado.