ZARAGOZA

Los vecinos de Montemolín piden que el Rastro vuelva a La Romareda y el PP dice que "nunca lo aceptará"

Los residentes en el entorno del Prínicipe Felipe recuerdan que la ubicación era "temporal" y piden que se traslade el mercadillo. El Partido Popular, mientras, se opone a llevarlo a su sitio original y pide a Belloch "una solución que no perjudique a nadie".

La apertura de la plaza de La Romareda tras dos años de obras ha despertado la polémica de la ubicación del popular Rastro. La Asociación de Vecinos de Montemolín ha presentado al Ayuntamiento de Zaragoza un escrito en el que demanda que el mercado ambulante que se instala en el entorno del Príncipe Felipe desde hace dos años regrese a su anterior ubicación.


Los vecinos justifican su petición en que la ubicación que ocupan ahora fue considerada por el Ayuntamiento como provisional. A juicio de la entidad vecinal, ahora "nada justifica" que el Rastro siga en el entorno del Príncipe Felipe, dadas, además, sus precarias condiciones de espacio, afecciones al tráfico y a los vecinos.


También recuerdan los vecinos que los vendedores del Rastro siempre han manifestado su voluntad de volver a su antigua ubicación.

 

El PP "nunca aceptará" que el Rastro vuelva a La Romareda


Mientras, el portavoz adjunto del grupo municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Zaragoza, José María Moreno, advirtió que su grupo "nunca aceptará" que el Rastro vuelva a La Romareda, y exigió al alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, que busque "una solución que no perjudique a nadie".  Así "se lo dijimos al alcalde, a los vecinos de Universidad y a los vendedores ambulantes", recordó Moreno.


El alcalde Juan Alberto Belloch "firmó un compromiso que ahora no puede cumplir engañando a todos y cerrando en falso un problema que afecta a muchas familias", dado que "se comprometió a que el rastro volviese a La Romareda y eso, a día de hoy, no es posible", aseveró el concejal 'popular'. Por ello, "lo que tiene que hacer ahora, y de una vez por todas, es buscar una solución que no perjudique a nadie".


Para Moreno, esta situación ha sido una "tomadura de pelo" y observó que los vendedores "merecen un mercadillo moderno, con todos los servicios y con buenas comunicaciones", de forma que, insistió, "lo que tiene que hacer el alcalde es resolver los problemas de la ciudad y no estar permanentemente ensimismado con la Expo".