SERÁ EL SEGUNDO EN UN AÑO

La crecida obliga a estudiar un nuevo dragado del Ebro

Expoagua analizará la profundidad y no se descarta excavar el canal de navegación otra vez para garantizar calado a los barcos

La crecida registrada el mes pasado en el río Ebro obligará a estudiar un nuevo dragado en el tramo urbano de la ciudad para garantizar la navegabilidad. Fuentes implicadas en el proyecto señalaron ayer que la sociedad pública Expoagua encargará un análisis específico para conocer al detalle la profundidad del cauce (batimetría), dado que el material arrastrado por la corriente podría haber colmatado el canal de navegación que se excavó el año pasado.


La campaña de sondeo aún se demorará unos días, dado que se quiere esperar a que baje el caudal y se remanse el río para poder trabajar en condiciones. Lo mismo pasa con las pruebas de llenado del azud de Vadorrey.


Las citadas fuentes señalaron que el primer dragado del río se llevó a cabo entre septiembre y octubre, y que se desconoce cómo ha podido afectar la crecida de marzo y los arrastres acumulados desde entonces. De hecho, la península artificial de tierra creada para construir la pasarela de La Almozara no estaba entonces y parte del canal de navegación podría estar afectado. "Si no hay calado suficiente, habrá que dragar de nuevo", resaltaron.


La sociedad pública Expoagua extrajo el año pasado unos 8.500 metros cúbicos de gravas en tres puntos del río: frente al embarcadero de la Expo, a la altura del Club Natación Helios y aguas abajo del puente de Santiago. La inversión se elevó a 382.000 euros y fue muy cuestionada por los colectivos ecologistas.


Esta intervención garantizaba la creación de un canal de navegación a lo largo del tramo urbano de la ciudad, desde el puerto fluvial de Vadorrey hasta el embarcadero de la Expo. Con esta obra, se garantizaba un calado de un metro y diez centímetros. Las dos embarcaciones más grandes de la contratista del transporte fluvial requieren un mínimo de 85 centímetros, mientras que los tres Ebrobús necesitarían unos 60.


El azud apenas influye, dado que en periodo de estiaje solo elevará cinco centímetros la lámina del río a la altura del puente de Santiago y solo garantiza medio metro de agua en el de Piedra.


El estudio de profundidad y el hipotético dragado se deberán acometer por vía de urgencia, ya que la contratista prevé iniciar las pruebas de su flota en un mes y la explotación el 1 de junio.


Por otra parte, la sociedad pública Expoagua acordó ayer sacar a concurso las obras de protección de la margen derecha del Ebro, a la altura del Pabellón Puente, por un importe de un millón de euros y un plazo máximo de dos semanas.