LA OPINIÓN DE LOS LECTORES

"Tendrían que poner señales de ´¡peligro, minas!` por los excrementos y cristales del suelo"

¿Qué opina sobre el estado de conservación de los parques infantiles de Zaragoza? Envíe sus respuestas a opina@heraldo.es y algunas serán publicadas en Heraldo.

Cristina Martín Chaves:

En cuanto he visto la pregunta, una fuerza irresistible ha guiado mi mano hacia el ratón para colocar el cursor sobre el botón "enviar mensaje". Y es que invito a todo el mundo a que coja un 32 o un 39 (lo cual, ya de por sí es una aventura, digna de otro comentario) y se acerquen hasta el parque del "royo del Rabal", en el barrio de la Jota.


Es un parque tan pequeño, que si estuviera en el centro se llamaría plaza. Es un parque tan saturado, que las madres, cuando los niños salen del colegio la Estrella casi tienen que hacer carreras para coger un banco o una mesa. Es un parque tan sucio, que tendrían que poner señales de "¡peligro, minas!" por la cantidad de excrementos y cristales que hay por el suelo. Es un parque tan abandonado, que aplaudimos con las orejas cuando efectúan la única operación de mantenimiento que consiste en echar un remolque de arena en la zona de juegos.


Ya no es que pidamos que mejoren las instalaciones de los juegos (dos columpios, uno de ellos roto, un tobogán normal, un balancín, dos caballitos de muelle y una vieja estructura con un par de barras verticales, otras dos horizontales, una red y una escalera de rollizos), simplemente con que sustituyeran el peligroso pretil de hormigón por una de esas alegres vallitas de madera de colores, seríamos felices. Por no hablar de la instalación de un pavimento blando...

Reitero mi invitación a toda Zaragoza y aledaños a que se acerquen cualquier día sobre las cinco de la tarde y verán que no exagero.



María Antonia Rodríguez:

Tengo un hijo de 11 años y dos sobrinos de 4 y 2 que no puede disfrutar de los parques infantiles cercanos a nuestro domicilio; ¿por qué? muy sencillo: más que parques infantiles son basureros (botellas, latas, cristales...) de jóvenes y no tan jóvenes que no saben comportarse en los espacios públicos comunes. Y por si eso no fuera suficiente los excrementos de los perros están por todos sitios lo que supone no sólo un problema de higiene y mal olor, sino también un grave problema de salud y de falta de respeto cívico.


Diego Navarro:

Después de leer el articulo sobre los Parques y el botellón, esta claro que es preferente emborracharse para nuestro ayuntamiento y no de disponer de zonas verdes y de recreo seguras para todos, mi opinión es clara, que se molesten en solucionar el tema del botellón y no en retirar los juegos de los niños de los parques, ya que parece ser que usamos el típico de como el niño no dice nada, avanzamos así y no escuchamos a los que están de fiesta o de borrachera para que ha este ayuntamiento no tenga resaca. !QUE ES MUY MALA PARA PENSAR¡.


Ana Isabel Magallón:

Tengo dos niños de tres y cinco años y considero que los parques infantiles no están lo suficientemente bien preparados para sus usuarios. La mayoría no aparecen rodeados de la vallita preceptiva que impida que los perros transiten y hagan sus necesidades junto a ellos. Los niños de todas edades gatean y se apoyan con las manos en el suelo y, por tanto, éste debe estar razonablemente limpio. Por este motivo los columpios y otros juegos anclados que han sido colocados sobre una superficie de caucho son los más demandados: véase, por ejemplo, la zona de Gran Vía, los de la Plaza de San Francisco o los que hay junto al barco pirata en el Parque Grande, frente a los que están directamente sobre grava o arena con piedras. Cuando un niño se cae —cosa que sucede continuamente— el caucho amortigua el golpe y no entraña el mismo peligro para las heridas que cuando caen directamente sobre la tierra. Cuando llueve, no hay que esperar que el charco que se forma al pie del columpio o de tobogán se evapore, etc... Además conviene separar los juegos en dos partes por edades, para que los pequeños puedan jugar a su ritmo y también los más grandes puedan disfrutar de otros juegos más arriesgados. Es decir, hay que hacer zonas de juego pensadas para los usuarios y no improvisar mediante columpios la decoración urbana, tal como parece que sucede en muchas zonas.


Michela Mecucci:

El estado de los parques infantiles es bastante lamentable y vergonzoso. Vale simplemente con mirar el nuevo parque en el tramo entre la plaza de Europa y el puente de Santiago para encontrarte suciedad varia, excrementos de perros, cigarrillos, es una pena. Y desafortunadamente ese no es el único ejemplo.


Beatriz Sanjoaquín:

Mis quejas son constantes en este tema. Yo vivo en el parque Miraflores, y estoy mas que harta que tras la noche del viernes y del sábado los sitios donde los pequeños juegan estén llenos de cristales, vomitonas y suciedad... Yo no entiendo nada de lo que esta pasando, parece que es mas importante que un adolescente entre casi en coma etílico y rompa todo lo que este a su paso, a que unos niños que lo único que quieren es jugar puedan estar en los recintos que se supone están preparados para ellos. Mi trabajo "matutino" los días festivos es ir recogiendo botellas y vasos rotos, porque ya no es que los pequeños puedan cortarse, sino que cogen los vasos que quedan abandonados y hay veces que al verlos con liquido se lo quieren tomar.

Creo que estamos perdiendo los papeles en la educación de nuestros hijos, hay que ser conscientes de que hoy en día salir a tomar unas cervezas con los amigos es carísimo, y tienen que buscar alternativas, pero... ¿que les cuesta recoger todo tras las fiestas de “martini”y “calimocho”?. Yo, si fueran civilizados, no me quejaría, porque en el fondo los entiendo, pero viendo lo que hacen y los gritos que pegan después de haberse bebido la ultima botella caliente que les venden en los supermercados de 24 horas...pues lo que digo es se les persiga o que creen un “botellódromo”, como hay en algunas ciudades. Mis hijas tienen el derecho de disfrutar su infancia jugando en un parque como lo he hecho yo, sin miedo a cortarse con cristales, coger vasos medio vacíos o pisar vómitos . Por favor, hagan algo.



Cesar Castillo

Soy un vecino del barrio de Villarrapa. En este barrio solo tenemos una plaza, en dicha plaza no hay mas que dos juegos para los niños, estos se encuentran en una zona de arena donde defecan los animales.

Por dicha plaza los equipos de limpieza del Ayuntamiento deben de pasar cuando les viene en gana porque los excrementos de pájaros son el pan de cada día. La plaza es un desastre en lo que refiere a los niños.