ZARAGOZA

El PSOE sopesa si se debe mantener Zaragoza Cultural o iniciar su disolución

Tras dos años consecutivos con déficit, crecen las voces que piden cambios en la entidad.

El PSOE municipal va a iniciar un proceso de análisis sobre el funcionamiento de la sociedad Zaragoza Cultural para determinar si el modelo actual es viable o se debe incluir algún tipo de modificación. No se descarta incluso que se inicie un proceso de disolución de la entidad, participada al 100% por el Ayuntamiento de Zaragoza.


Así lo indicaron fuentes de Alcaldía, que consideraron que el modelo no acaba de funcionar, especialmente porque año tras año se produce un déficit en las cuentas que obligatoriamente debe cubrir el Ayuntamiento de Zaragoza para evitar la quiebra. Por eso, creen necesario analizar si hay que acometer cambios.


La crisis que se ha producido en la sociedad tras el fallido proceso de contratación del nuevo gerente por parte de la concejal de Cultura, Pilar Alcober, así como el déficit de casi 1,5 millones que arrojaron la cuentas en 2007 ha reabierto el debate en el seno del equipo de gobierno. "Debemos acostumbrarnos a cambiar los hábitos. Al final siempre es lo mismo y el ejercicio se cierra con pérdidas", explicaron fuentes del gobierno de la ciudad.


No obstante, el problema no viene de ahora. Ya en la época de Rosa Borraz como concejal de Cultura ocurrió lo mismo. En 2006, la sociedad cerró con un déficit de 1,5 millones de euros vinculados a los gastos de las fiestas del Pilar. En aquel momento, estas pérdidas llegaron a ser el argumento de algunos responsables del PSOE municipal para justificar que la entonces concejal socialista, hoy directora del Instituto Aragonés de la Mujer, no repitiera en las listas del PSOE.


En aquella época ya se pensó en hacer cambios en Zaragoza Cultural, especialmente porque la Ley de Grandes Ciudades abrió en 2004 vías para crear entes empresariales o sociedades mercantiles con nuevos mecanismos de gestión. No en vano, esta es una de las opciones con la que se está trabajando.


Entre las principales encomiendas de Pilar Alcober cuando llegó al cargo en julio figuraba hacer una gestión cultural más ajustada a las previsiones económicas. No en vano, la concejal, nada más ser nombrada teniente de alcalde, aseguró respecto al déficit de 2006: "Para mí es una situación mejorable, que lógicamente habrá que reconducir". "Yo intentaré siempre que las cuentas cuadren, voy a ser exquisita con los fondos públicos, porque no puede ser de otra manera", decía hace nueve meses. No solo fracasó a la hora de cumplir ese objetivo, sino que además destinó 4.756 euros a un controvertido proceso de selección de un gerente que ha resultado fallido.


Pese a que se extienden las voces críticas en el gobierno, también hay otros responsables del PSOE-PAR que cargan contra "la hipocresía" de algunos responsables socialistas por quejarse del déficit de Zaragoza Cultural y, al mismo tiempo, encargar proyectos a la sociedad sin la correspondiente dotación presupuestaria. Es el caso de los actos en el ferial de Valdespartera. Recuerdan además que en la cultura hay un factor de riesgo que no se puede obviar, ya que por ejemplo no se pueden prever al céntimo los ingresos de un concierto.


Mientras en el gobierno se debate sobre el futuro de Zaragoza Cultural, en la oposición las cosas se ven de forma distinta. Para el PP, el problema no es el modelo de la sociedad, sino "la mala gestión" de sus responsables políticos. "Creemos en la política de las sociedades públicas porque es una herramienta eficaz. El problema no es la fórmula, sino quien gestiona la sociedad", afirmó el portavoz adjunto popular José María Moreno.


En la misma línea, Juan Martín, de CHA, declaró que si se cuestiona el modelo, habrá que hacer lo mismo con todas las sociedades. "Cuando se dote económicamente a la sociedad y se busque el equilibrio con la oferta cultural y los recursos económicos, Zaragoza Cultural no tendrá pérdidas. El problema es político", dijo.


José Manuel Alonso, de IU, reclamó que cualquier cambio de Zaragoza Cultural no se haga aprovechando la crisis actual. "La sociedad municipal ha salido tocada de todo este proceso y algunas de sus formas de funcionar han quedado en entredicho", afirmó Alonso, que pidió "un impulso diferente" a la entidad.