EXPO 2008

La Zaragoza de la Expo entra en su fase crucial a tres meses de la muestra

El 65% del plan de acompañamiento está acabado. Algunos proyectos avanzan con los plazos muy ajustados.

"Queremos que el conjunto de la ciudad tenga una visión global de lo que está pasando, porque normalmente cada uno de nosotros conoce la obra que le molesta, lo que le crea dificultades o una cosa bonita pero parcial". Estas eran las palabras del alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, antes de subir a un viaje en helicóptero organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza y la Expo para contemplar, a 300 pies (100 metros de altura), la gran transformación en la que está inmersa en estos momentos la capital aragonesa.


Apenas faltan 90 días para que la capital aragonesa viva una cita histórica y el ritmo de trabajo es frenético. No en vano, y aunque en algunas obras parezca una misión imposible, todo debe estar listo para el 14 de junio. Ese día y durante tres meses, la Expo será el punto neurálgico de la ciudad, pero la transformación se habrá extendido más allá del recinto de Ranillas. La Ronda Este y el acceso Norte del Cuarto Cinturón, el cierre del Tercer Cinturón, los cercanías, la pasarela de La Cartuja, el Canal Imperial, los embarcaderos, el corredor verde Oliver-Valdefierro, el vial norte, el paseo subterráneo de la MAZ, el campin, el puente del Tercer Milenio, entre otros proyectos, encaran su recta final. En algunos casos, con plazos muy ajustados.


Estas obras incluidas en el plan de acompañamiento se encuentran al 65% de ejecución. Algunas de las actuaciones previstas en este programa, que supone una inversión de 1.050 millones de euros, se aplazarán para después de la cita internacional. Es el caso de equipamientos culturales como el Teatro Fleta, la Escuela de Artes o el Museo Pablo Serrano. También los edificios que salpicarán las riberas comenzarán sus obras durante la muestra o después (el edificio de Helios y del Azud).


Ahora son muchas las obras que todavía se encuentran en plena ejecución, pero poco a poco los proyectos se van convirtiendo en realidad y los ciudadanos empiezan a disfrutarlas, como en el caso de las riberas. El próximo mes, los 18 kilómetros urbanos del río Ebro, desde el puente de la AP-2 hasta el Tercer Cinturón, estarán acabados. Solo el balcón de San Lázaro, por los restos arqueológicos aparecidos, se ha aplazado sine díe. Las orillas del Huerva y el Gállego, sin embargo, no estarán completamente terminadas para la Expo. Tampoco el Canal. Le quedará pendiente el tramo de San José y el parque agrícola. Estará acabado el campin, que tiene construido el edificio que dará la bienvenida a los visitantes.


Lo que sí está previsto que esté finalizado y entre en servicio en la muestra son las infraestructuras viarias y los accesos al recinto. Para ello, Fomento está apurando los plazos de obras como la Ronda Este del Cuarto Cinturón, entre la carretera de Castellón y la autopista de Barcelona por Movera, Santa Isabel y Montañana; y del acceso Norte, que conecta esta carretera con la autovía de Huesca por Montañana y Cogullada.


Los puentes sobre el río Ebro y el Gállego, respectivamente, van muy avanzados. Los dos tienen colocados ya los pilotes que los sujetan y el tablero. Las calzadas están asfaltadas y los enlaces conectados. El falso túnel de Santa Isabel es el que más retrasado está. Otra de las obras que llegará justo para la muestra será el nuevo paso subterráneo que sustituirá a la casi desaparecida rotonda de la MAZ. El túnel está excavado, aunque deberá asfaltarse.


También progresa el cierre del Tercer Cinturón y todo el entramado viario del entorno de la intermodal, uno de los focos de mayor volumen de obras de la ciudad. La pasarela que unirá Las Delicias con La Almozara, diseñada por el ingeniero Juan José Arenas, muestra su forma curva y su mástil característico. Se observan las pilonas sobre las que se colocará la telecabina, que trasladará hasta la entrada a la Expo. El anillo norte, el nuevo Paseo del Agua, la plaza sur de la estación, el barrio este se acercan cada vez más a la imagen definitiva que tendrán este verano. También la estación de cercanías del Portillo y su entorno. Lo único que, a pesar de estar acabado, no entrará en funcionamiento será el túnel carretero del Portillo.


Uno de los proyectos más espectaculares, el puente del Tercer Milenio, ofrece una imagen prácticamente definitiva. Ayer acabaron los trabajos de hormigonado del arco. Ahora debe afronta su fase más crucial: la colocación de las péndolas (cables mediante los cuales el tablero cuelga del arco). Tras aplicar una pequeña tensión y con la ayuda de unos gatos eléctricos se colocará una carga para que el tablero se separe de los apoyos provisionales y se quede suspendido en el aire. A su lado, el Pabellón Puente sigue su carrera contrarreloj para inaugurarse un día antes de la apertura de la Expo. Los operarios trabajan en cubrir la estructura.


El vial norte del Actur, ajustado


Con cierta preocupación observaba ayer el alcalde el vial norte del Actur. El tiempo apremia y aunque, por el momento la obra se encuentra en plazo, cualquier imprevisto podría impedir que estuviera lista para junio. De hecho, explicó que los técnicos están preocupados por las condiciones meteorológicas. Quince días de lluvias en estos tres meses podrían ser fatales para esta carretera que unirá la autovía de Huesca con la avenida de Ranillas. No obstante, el trazado y las siete rotondas de estos tres kilómetros están delimitados.


Pero, sin duda, el gran protagonista será el recinto de Ranillas y sus 25 hectáreas, que se complementan con el parque metropolitano, en el que poco a poco crece la vegetación. Los edificios están prácticamente acabados y se trabaja en los interiores y fachadas. Las cubiertas de los pabellones de los países participantes tienen casi colocado todo el manto verde. Las plazas temáticas empiezan a bordear el Ebro, las balsas y canales están llenos de agua, se remata la Torre del Agua, los operarios instalan los contenidos del Pabellón de Aragón... Quedan tres meses. La cuenta atrás ha comenzado.