EXPO 2008

El reto de rematar la obra a tiempo

Más de 4.600 operarios trabajan en horario casi ininterrumpido para acabar el recinto de la Expo. Falta menos de un tercio de la obra, pero semejante volumen de personal moviéndose en un espacio reducido dificulta la coordinación. El retraso acumulado por los participantes aún complicará más la fase final de urbanización.

La sociedad expoagua tuvo que elaborar un plan logístico específico para evitar que el solapamiento de las obras de urbanización con el montaje de los pabellones acabara por entorpecer a todos y se dañaran los elementos construidos. De hecho, hay un itinerario para el movimiento de los vehículos, dado que se debe ordenar el trasiego de los 800 camiones y furgonetas que entran a diario.


El recinto ya empieza a mostrar su imagen final gracias a la conclusión de los grandes bloques corridos de pabellones, a la plantación del frente fluvial y a la definición de las plazas temáticas, pero el problema reside puertas adentro. No se ve, pero solo 15 de los 55 pabellones financiados por los propios participantes han iniciado el montaje de los contenidos. Según la cúpula de Expoagua, media docena de edificios (dos de ellos, México y Portugal, son de los más grandes) corren un "riesgo altísimo" de no llegar a tiempo a la inauguración.


Los pabellones de países de ayuda corren a cuenta de la organización, por lo que están muy avanzados. Es el caso de los edificios comunitarios de América latina, Caribe y África y otros más sencillos distribuidos por el área dedicada a las naciones, frente a la Ronda del Rabal.


Uno de los iconos, la Torre del Agua, está prácticamente acabado, al igual que el acuario. Los primeros peces llegarán este mes para poblar el medio centenar de peceras que convertirán estas instalaciones en las más importantes en fauna fluvial. La única obra general que va más que ajustada de plazo es el Pabellón Puente, cuya finalización está prevista para el día de la inauguración.