LOS EDIFICIOS DE LA EXPO

Un río bravo en el corazón de Ranillas

Si la Torre del Agua es el símbolo de la muestra, a sus pies descansa el que será el imán del ocio, el canal de aguas bravas. Durante tres minutos y medio, aquellos que se animen a pilotar una de las canoas podrán experimentar la emoción de bajar un rápido. Rafting, hidrospeed, piragüismo y kayak son algunas de las sorpresas que depara el espacio multiaventura de la Expo.

Zaragoza, ciudad navegable. El Ebro y el Canal Imperial recuperan sus embarcaciones y el meandro de Ranillas, recinto de la futura Expo 2008, aprovechará su hermosa red de canalizaciones y acueductos para que los visitantes conozcan la Muestra y el Parque del Agua "Luis Buñuel" a remo. Pero será el canal de aguas bravas la actividad estrella, como señalaron el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el director general de Contenidos de la Expo, Jerónimo Blasco, y José Andrés Pintado, de la empresa Murillo Rafting S. L., encargada de su explotación. Se calcula que, durante la Expo, más de mil visitantes se montarán cada día en una de las embarcaciones para vivir la emoción de la bajada por los rápidos de un río. "Un viaje de entre tres y cinco minutos, que permite a las barcas descender por una pendiente de seis metros de desnivel un trayecto de más de 300 metros", explica Pintado, que sitúa al canal de aguas bravas como protagonista de un "parque de atracciones de aventura". Las instalaciones del canal configuran en espacio multiaventuras, con actividades como la escalada, rappel, tiro con arco... y recreaciones artísticas de vías ferratas. El paisajismo es un elemento fundamental en el espacio. Tanto el canal como el resto de recintos han cuidado hasta el último detalle para que los visitantes se sientan en las faldas de una montaña -si practican la escalada- en el centro de un río bravo -cuando desciendan el canal- o en un espacio rural.


Pero la recreación lúdica no es el único objetivo del canal de aguas bravas. La empresa gestora tiene una experiencia de diez años en la organización de turismo de aventura y actividades turísticas y espera que el espacio se convierta, con el tiempo, en una escuela de iniciación al piragüismo, "en la que tienen cabida todo tipo de personas, tanto jóvenes, como más mayores, niños, grupos...". Con este aprendizaje, se pretende que el "efecto Expo" llegue a otras localidades de Aragón, donde los deportes de aventura y rafting forman parte de la oferta turística. De esta manera, el canal de aguas bravas abriría estas actividades a la población zaragozana, todavía alejada de los deportes náuticos. "Será un foco turístico para la población del valle medio del Ebro", vaticinó Belloch, "y ayudará a crear afición y a favorecer la práctica en otras localidades".


El alcalde de Zargoza destacó la importancia de contar con actividades lúdicas en el parque "Luis Buñuel". Precisamente, esa actividad lúdica ha sido clave en la creación y futuro mantenimiento del parque "Luis Buñuel", cuyas más de 120 hectáreas, que han costado 90 millones de euros, suponen una inversión de 2,5 millones de euros anuales en mantenimiento. "Gracias a la inciativa privada, se ha logrado que el parque sea de los más baratos de España, con costes inferiores al de ciudades como Madrid o Sevilla", explicó Belloch, que destacó otras concesiones privadas del parque, como la zona de baños, un espacio natural para paseos ecuestres, un centro de restauración para banquetes y otras celebarciones, así como el centro termal, campo de golf... "Gracias a esta implicación privada, el mantenimiento del metro cuadrado del parque será más barato que el de otros espacios verdes de al ciudad", concluyó el alcalde.