"Tuve que pedir un préstamo al banco para poder comprar la silla de mi hijo"

La zaragozana Sandra Zorrilla, de 21 años, es madre de un niño de 4 con parálisis cerebral. Con su causa se ha volcado la Asociación para la Salud de Niños con Enfermedades Graves (Asneg), que ha lanzado la iniciativa 'Ayuda a Izan'.

Sandra junto a su hijo Izan, de cuatro, y el pequeño, de dos, el día de la Ofrenda de Flores.
Sandra junto a su hijo Izan, de cuatro, y el pequeño, de dos, el día de la Ofrenda de Flores.
S. Z.

La conciliación familiar es a menudo complicada en muchos hogares, pero en el caso de Sandra Zorrilla, de 21 años, se ha vuelto casi un "imposible". Su hijo Izan, de cuatro años, nació prematuro y padece desde entonces una parálisis cerebral que le impide ver y caminar. Tiene un 75% de discapacidad intelectual y aunque Sandra, que vive con sus padres, recibe varias ayudas, el elevado coste de los tratamientos y terapias que el pequeño necesita supera muchas veces las posibilidades de esta familia del Actur.

"La seguridad social no lo cubre todo porque son muchas cosas: los medicamentos, la piscina, la rehabilitación, las férulas para que lleve los pies rectos… El primer año tuve que pedir un préstamo al banco para poder comprar la silla adaptada, que costó 4.000 euros", señala la madre del niño.

Conseguir un trabajo no es fácil para ella, pues aunque el niño está fuera de casa de 9.00 a 18.30, Sandra confiesa que la necesita "todo el tiempo" y tampoco querría dejarlo con un desconocido. "Si pudiera trabajar sería de mañanas, porque es cuando el niño está en el colegio de Aspace. Pero no me atrevo a dejárselo a nadie... Me da miedo. Las únicas que lo conocemos somos mi madre y yo, las que lo cuidamos día a día", subraya esta madre sola.

Para cubrir los gastos de Izan, desde hace dos años ella y su familia se pusieron en marcha para recaudar fondos por medio de varias iniciativas que puedan ayudar al pequeño a mejorar su bienestar y calidad de vida. "Empezamos haciendo pulseras, llaveros, copas... Llevamos dos años intentando recaudar dinero a través de las redes sociales para poderle pagar sus cosas, porque por mucho que vaya al colegio no es suficiente para él", añade Sandra.

Su causa ha despertado el interés de la Asociación para la Salud de Niños con Enfermedades Graves (Asneg), que hace apenas dos semanas publicó en sus redes sociales una imagen del pequeño, vestido con la camiseta que le dedicaron los jugadores del Real Zaragoza, apelando a la solidaridad ciudadana.

"Supieron de nosotros por Facebook y nos dijeron que querían colaborar. Ellos recaudan por su cuenta y nos hacen entrega del dinero", explica agradecida la joven.

Cada férula que Izan necesita cuesta unos 500 euros, y ya van por las terceras que encargan. A ello hay que sumar los tratamientos, la rehabilitación (100 euros al mes), la piscina (otros 100) y el colegio que, afortunadamente, al ser miembro de la ONCE lo subvenciona esta fundación. En la actualidad, reciben una ayuda de 500 euros cada seis meses y una pequeña prestación mensual, pero el resto -que no es poco- corre a cuenta de esta familia.

A Sandra le gustaría trabajar: primero, por sí misma, pero también para que entre dinero en casa, que "bien vendría". La situación, sin embargo, es complicada, pues tanto Izan, de 4, como Hugo, de 2, la necesitan "todo el tiempo", y para ella ahora mismo la prioridad son ellos.

"Izan es un niño muy simpático y muy alegre, y a la mínima que le dices algo está riéndose. Eso te da ánimos, y la familia. Tanto mis padres, que vivo con ellos, como mis hermanos y mi abuela, se desviven por el chico, y Hugo, aunque es pequeño, se pasa el día haciéndole carantoñas y movimientos. Ve que no es igual que él y lo trata con mucho cariño", cuenta con una sonrisa.

Ahora Sandra y su familia tienen por delante un reto. Izan necesita una nueva silla, porque la que tiene se le ha quedado pequeña y necesita más adaptaciones por su crecimiento. "Hemos hablado esta mañana para encargarla. No sabemos todavía cuánto sera, pero es un desembolso añadido...", cavila.

Para recaudar fondos seguirán haciendo pulseras, copas y cuanto se les ocurra. Cuenta que intentaron crear una asociación, pero de nuevo el dinero fue un impedimento. "Como no teníamos suficiente no la pudimos hacer, así que empezamos la recogida y venta de objetos, y pusimos en marcha las redes sociales para ayudar al chico. Desde entonces, alguna que otra ayuda hemos tenido, pero tampoco mucho... Yo quiero lo mejor para mi hijo y siempre se necesita más con una situación así", sentencia.

La asociación Rai Gus, una mano amiga en Aragón

Por su parte, la Asociación Rai Gus, que lucha contra el cáncer en Aragón, lleva meses colaborando con esta familia para ayudarles a sumar fondos que les permitan comprar una nueva silla para Izan. "Hicimos una gala benéfica en la que recaudamos 1.500 euros para el pequeño. En principio era para una operación programada que los médicos al final desestimaron. Pero al ver que la silla no llega, y que tienen muchos gastos, hicimos la transferencia para que el niño pudiera seguir con su vida en el día a día", explica Víctor Salvo, presidente de esta oenegé argonesa.

En la gala benéfica celebrada este año participaron 179 personas que consiguieron recaudar para el pequeño un total de 1.500 euros. "Hay cosas pendientes, pero vamos a seguir ayudándoles", recalca Salvo.

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