Ruedo y gradas a rebosar en la última mañana de vaquillas

Mucho público familiar y charangas y peñistas apurando la fiesta.

Octava y última mañana de vaquillas en la plaza de toros. Las reses, que cerraron la feria del Pilar 2018, correspondieron al ganadero aragonés de José Luis Cuartero de Pradilla de Ebro. Un hierro que regresa a la Misericordia tras su ausencia el pasado año.  Tendidos hasta la bandera de nuevo, con mucho público familiar en ellos. Y, como todos los días, animados por charangas y peñistas que apuran las últimas horas de las fiestas.

La ganadería de José Luis Cuartero trajo hasta la plaza de toros de Zaragoza un lote de 20 vacas, de la cuales saltaron al ruedo un total de 16 animales. La procedencia de esta vacada es casta navarra, vía Adolfo Lahuerta, lo que hace predominen los pelajes castaños y colorados. Volvía el hierro pradillano a la Misericordia tras un año de ausencia y su actuación estuvo a un buen nivel. Todas las reses lucieron en sus pitones la divisa de la ganadería –amarilla y roja-. El lote tuvo una buena presentación con un variado juego.

Ruedo y gradas a rebosar en la última mañana de vaquillas

La quinta vaca de la mañana 215 Carbonera dejó un bonito detalle al subir al cuadrilátero tras un mozo y bajar con él cogido entre los pitones, dándole un revolcón en la caída. Pero no fue hasta la undécima res-203 Guindilla- cuando el abarrotado callejón se vacío por un momento con el salto de la vaca tras un joven. Fueron momentos de tensión ya que todos los que se encontraban detrás de las tablas no pudieron saltar al ruedo llegando a dar una voltereta una persona.

En el poblado albero se pudieron ver varios revolcones sin consecuencias, buenas subidas al tablado por parte de las vacas y remates en tablas, destacando el de la vaca 904 Lagarta de pelo negro. También hubo quien se atrevió a quebrar a las vacas como el zaragozano David Ferrer, sin embargo, otros prefirieron meter anillas como Jesús Soriano. Al finalizar la mañana, y como es habitual, se soltó parte del lote exhibido durante las dos horas de vaquillas.

En esta última mañana vaquillera, las asistencias sanitarias tuvieron que realizar 7 atenciones en la enfermería y realizar dos traslados a los centros hospitalarios. Muy atentos y activos durante toda la sesión estuvieron los directores de lidia -Alberto Álvarez y Jesús Sanjuan- especialmente cuando una de las vacas bajó del tablado con un mozo colgando de los pitones.

Cabe destacar la gran labor que han realizado todos los directores de lidia que han pasado estos días por la Misericordia: Héctor Berges, Bruno Espligares, Mariano Ruíz, Carlos Casanova e Imanol Sánchez.

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