La indumentaria del alcalde: un traje del siglo XIX con guiños a la mujer

El traje elegido era utilizado tanto en la zona del Pirineo como en la provincia de Teruel.

El alcalde participa en la Ofrenda de Flores.
El alcalde participa en la Ofrenda de Flores.
Camino Ivars

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, ha optado por vestir un traje de muda de finales del siglo XIX e incluir su particular guiño a las mujeres. En concreto, ha decidido llevar un chaleco y un pañuelo de color morado: "Las Fiestas del Pilar están dedicadas a ellas", ha recordado.

Respecto al origen de la indumentaria elegida, ha señalado que proviene tanto del Pirineo como de la zona de Sabiñánigo. "Además, se ha podido encontrar también en áreas del Matarraña (Teruel) y hasta en Valencia", ha puntualizado.

Su chaleco, además de aportar este toque morado, cuenta con unos botones con forma de caramelos. "Por ello, es conocido con el nombre de carameletes", ha subrayado. El sombrero, también de finales del siglo XIX, servía tanto para cubrirse del viente como de la lluvia. Por su parte, el pañuelo, también de color morado, "tiene doce maneras diferentes de ponerse".  

Santisteve ha querido destacar la labor de la profesora de indumentaria, Conchi Millán y ha felicitado a la gente del Espacio de Indumentaria de Vadealgorfa.

Prenda por prenda

El chaleco es "una de las prendas más especiales de la indumentaria", y según han informado fuentes municipales, se ha encontrado tanto en zonas del Pirineo, en Sabiñánigo, como en otras zonas de Teruel, como el Matarraña o el bajo Aragón, y también en Valencia. Es de terciopelo y seda con fondo negro y unos cuadros que dan el color morado y a este tipo de prensa se le conoce como "chaleco de caramelete", ya que tiene unos botones que se asemejan a los mismos. Según han indicado desde el Ayuntamiento, el que ha lucido este viernes el alcalde es de finales del siglo XIX.

Otra de las piezas destacadas es la camisa, "de lienzo fuerte del que se tejía en las casas y se empleaba también para sábanas y enaguas. Este tipo de camisa hacía las veces de camisón con el que dormir", explican.

El calzón, de terciopelo, es una de las piezas más antiguas, de los pocos que se conservan en una talla relativamente grande, ya que la mayor parte que han llegado a nuestros días son de tamaño muy pequeño.

La chaqueta o chupa es de paño, copia de un modelo del siglo XVIII. Y la faja o banda es antigua, de seda, "una joya por el estado de conservación", destacan. Esta prenda, por su parte, se lucían en ocasiones muy importantes, como el día de la boda o una gran celebración.

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