"Vi cómo me miraba. No fue un golpe casual del partido, fue una agresión intencionada"

No fue un golpe casual o un lance del partido, fue una agresión claramente “intencionada”. “Vi cómo (el jugador del equipo contrario) miraba antes de girarse. Es decir, necesariamente tenía que saber que yo estaba detrás antes de hacer el giro”, le explicó este martes a la jueza Johnhy M. G., el jugador del C.D. Miralbueno que resultó gravemente herido el pasado 2 de septiembre al recibir un fortísimo codazo en el rostro durante la disputa de un partido de fútbol de Segunda Regional contra el Afajarín C.F. La víctima, de 22 años, acabó en el quirófano con fractura facial y maxilar. El autor del golpe, Alejandro M. T., fue expulsado y sancionado por la Federación Aragonesa de Fútbol, pero ahora se enfrenta a una denuncia penal por lesiones graves.

Según declaró el jugador del C. D. Miralbueno, al que asiste el abogado Marco Antonio Navario y que lleva un mes sin poder trabajar, quien mejor pudo ver la agresión fue el propio árbitro del encuentro, que todo apunta será ahora llamado a declarar como testigo. En cualquier caso, este ya dejó constancia de lo ocurrido en el acta del partido, que fue la que motivó la intervención del Subcomité de Competición y Disciplina Deportiva Territorial. De hecho, este decidió sancionar al agresor con dos años de suspensión y una multa por entender que este actuó con "inequívoco propósito de causar daño" y provocando una lesión de "especial gravedad".

La abogada del encausado, Olga Oseira, preguntó al joven si el árbitro le hizo algún comentario tras la agresión, a lo que este contestó que no lo recuerda, puesto que estaba prácticamente inconsciente. De todas formas, aclaró, “sé que comunicó a mi equipo que lo había visto muy claro y que por eso expulsó al otro jugador”. Lo que sí recuerda la víctima es que este último terminó disculpándose: “Al ver el roto que me había hecho me pidió perdón”, dijo.

En cuanto al momento preciso en que se produjeron los hechos, Johnhy M. G. contó a la titular del Juzgado de Instrucción número 6 que él estaba intentando rematar una falta lateral o un córner y el otro jugador (el denunciado) estaba delante cubriéndole. “El árbitro no había pitado todavía para sacar la falta”, puntualizó. Aclaró también que antes de la agresión no se había producido ningún enfrentamiento entre ambos; que era la primera jornada de liga y que llevaban tan solo 20 minutos de partido.

La federación no paga el hospital

Según relata la víctima en su denuncia, tras recibir el fuerte codazo en el rostro y quedar tendido en el suelo, unos amigos llamaron enseguida al 112 para que enviara una ambulancia. Al parecer, la centralita estaba comunicando, por lo que avisaron después al 061, "indicando el operador que estaban todas las ambulancias ocupadas y cuando quedara una libre la mandarían". Finalmente, tuvo que ser el hermano del jugador herido quien lo trasladara en un taxi a la Clínica Montecanal, con la que la federación tiene concertado el seguro. Sin embargo, parece que esta no se ha hecho cargo de los gastos.

Al preguntarle por esto su abogado, el jugador del C. D. Miralbueno explicó el martes a la jueza que de momento ha sido su familia la que ha pagado la hospitalización. “Dice la federación que, conforme al reglamento que tienen, no se hacen cargo de las agresiones dentro del campo”, manifestó. Su letrado se plantea ahora exigir posibles responsabilidades.